_
_
_
_
Reportaje:LITERATURA Y CAMBIO CLIMÁTICO

La alerta de los científicos

Elisa Silió

Un reciente estudio de la Fundación BBVA indica que el calentamiento global preocupa a los españoles -lo puntúan con un 8,4 como uno de los principales problemas medioambientales que aquejan al país-, pero el 20% no han visto, oído o leído sobre este fenómeno. El 77% conoce el Protocolo de Kioto, pero apenas el 39% sabe que España está adherido. Y lo más preocupante, su consciencia no se corresponde con su conducta: tan sólo un 9% se esfuerza en consumir menos para conservar el medio ambiente y un paupérrimo 23% de los conductores revisa la emisión de gases de su vehículo. "La sociedad occidental sabe que hay un cambio climático, desconoce en muchos casos qué puede hacer en su vida para frenarlo y, desde luego, no hace nada. Somos malísimos", resume la situación Miguel Delibes de Castro, ex director de la Estación Biológica de Doñana. Para informarse recomienda Marea alta (RBA), de Mark Lynas -"periodístico y muy dinámico, con crónicas en primera persona de los lugares del mundo más afectados"-, y La amenaza del cambio climático: historia y futuro (Taurus, 2006), de Tim Flannery, "algo más sólido y técnico que Marea alta, pero también más difícil de leer".

El cambio climático está de moda entre los lectores y cada mes se editan unos 15 libros sobre el tema en inglés, lo que prueba el creciente interés de los editores
Más información
El síndrome de la rana hervida

El cambio climático, sostiene Delibes, está de moda: "Cada mes se editan unos quince libros en inglés sobre el tema, a los editores les interesa...". De hecho, La Tierra herida: ¿qué mundo heredarán nuestros hijos? (Destino, 2005), obra en la que él contesta a las preguntas de su preocupado padre -el novelista Miguel Delibes-, va a ser impulsado por la editorial. "Es un libro asequible de leer, aunque tenga muchísimos datos. Sirve para saber todo lo que se ha firmado y lo poco que se ha hecho", lo recomienda Astrid Vargas, la madre de los primeros linces ibéricos nacidos en cautividad.

Vargas salió deprimida del visionado del documental de Al Gore Una verdad incómoda: "Me planteé por qué hemos montado el centro de reproductividad en la marisma, si dentro de 30 años va a estar inundado. Hubiese sido mejor en las montañas". Aconseja la cinta y también consultar la página www.climatechanged.net: "Te enseña pequeñas cosas con las que podemos contribuir a cambiar el mundo. Por ejemplo, no usar el mando a distancia, sino apagar la televisión manualmente. En un año, Europa gasta la misma energía en estos aparatos que el consumo total de Perú".

El interés por Tim Flannery es compartido por el físico e historiador de ciencia José Manuel Sánchez Ron: "Flannery presenta una actualizada y equilibrada revisión de la situación actual, y explica con claridad la naturaleza del problema". "¿Cómo vamos a estar concienciados si incluso aquellos países que se proclaman concienciados -sumándose al Protocolo de Kioto- no cumplen aquello a lo que se han comprometido?", se pregunta. Y se responde: "Sólo nos concienciaremos cuando la situación sea mucho peor, y entonces lo más probable es que sea tarde".

Aunque no trata del cambio climático, Sánchez Ron recomienda un clásico, Primavera silenciosa (Crítica, 2005; edición original en inglés de 1962), de Rachel Carson, que "llama la atención acerca de la contaminación de pesticidas que la Tierra estaba sufriendo, influyendo en la aparición de los movimientos ecologistas". Y apuesta por la autobiografía de James Lovelock, Homenaje a Gaia (Laetoli, 2005), que "introduce al problema climático a través de la atractiva y dinámica vida de uno de los científicos que más han hecho por demostrar la existencia del peligro y por difundirlo en sus escritos".

Juan Luis Arsuaga, investigador en Atapuerca, confiesa que sólo lee artículos científicos pese a dedicarse a la paleoclimatología, así que no sugiere ninguna lectura. "Si hay un tema científico que interesa es el del cambio climático", sostiene. "Pero otra cosa es que el ciudadano sepa cómo puede colaborar: ¿va a pensar en coger un transporte público eléctico que se mueva con energía no generada por una central térmica?".

Germán Wagensberg, responsable de Ciencia en la Fundación "la Caixa", se suma en los elogios a Flannery, e invita asimismo a leer El cambio climático (Rubes, 1998), de Enric Llebot; El calentamiento global: historia de un conocimiento científico (Laetoli, 2006), de Spencer Weart, e Historia del clima, de Pascal Acot (El Ateneo, 2005). "La amenaza del cambio climático acaba de trascender por fin, por lo menos en la parte democrática del globo, que es, además, la que más culpa tiene", se felicita el director de la colección de libros de ensayo científicos de Tusquets. Y precisa más. Tiene la impresión de que la preocupación ciudadana se ha desencadenado en las últimas semanas: "La ciencia ya no tiene dudas al respecto. El tiempo para reaccionar se acaba y, como tantas otras veces, estamos a punto de llegar tarde".

Bibliografía

El calentamiento global. Spencer Weart. Laetoli, 2006. Reconstruye los esfuerzos para entender el clima en la historia.

La amenaza del cambio climático. Historia y futuro. Tim Flannery. Taurus, 2006. Muestra cómo colaborar en la lucha contra el calentamiento.

Los lími tes del calentamiento 30 años después. D. Meadows, J. Randers y D. Alou. Taurus, 2006. Actualiza el informe del Club de Roma.

La Tierra vista desde el cielo.

Lunwerg, 2006. Textos sobre las fotos de Yan Arthu

s-Bertran.

La tierra herida. Miguel Delibes y Miguel Delibes de Castro. Destino, 2005. El novelista expone sus inquietudes a su hijo biólogo y éste responde.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_