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Irlanda afronta la situación de los bancos y asume los activos incobrables
Irlanda por fin afronta con valentía la situación de sus bancos. En los últimos seis meses, el Gobierno ha intentado asegurar los depósitos, recapitalizar vía el sector privado y recapitalizar con sus propios fondos. Ahora ha decidido sacar de la cuestión los activos tóxicos.
Reino Unido optó por mantener sus peores activos en el balance general y asegurar las pérdidas. Los irlandeses han decidido seguir el modelo mexicano. En la crisis bancaria de 1994-1995, el Estado mexicano emitió deuda pública a cambio de activos tóxicos, que eran transferidos a un banco de activos incobrables o "banco malo".
El Estado irlandés planea retirar de los bancos los préstamos inmobiliarios morosos, con un valor nominal de 90.000 millones de euros. Eso debería frenar el descalabro. Allied Irish Banks (AIB) y Bank of Ireland (BOI), así como otras entidades más pequeñas, se librarán de golpe de más del 60% de sus activos inmobiliarios, incluidos todos los préstamos a promotores inmobiliarios. Los bancos, liberados de sus cargas, deberían estar en condiciones de volver a prestar.
Pero no lo harán como entidades privadas. El Gobierno comprará sus nuevos activos con descuento respecto al valor nominal. La rebaja inicial no se ha divulgado, pero Goodbody Stockbrokers considera que puede rondar el 15%. Eso dejaría a los bancos con unas pérdidas por reconocer de 12.400 millones de euros. Si AIB y BOI quieren presumir de un coeficiente de capital social al menos del 4% a finales de 2011, les faltarán 1.200 y 2.400 millones de euros, respectivamente.
El Gobierno irlandés comprará acciones para mantener los bancos suficientemente capitalizados. A los bajos precios bursátiles del cierre del pasado miércoles, el Estado acabaría con un 57% de AIB y un 75% de BOI, de acuerdo con Goodbody. Es un gran salto desde la participación del 25% en bonos a la que el Gobierno tenía derecho después de la recapitalización que llevó a cabo en febrero.
El Gobierno podría haber comprado los activos por el valor nominal. Pero eso habría parecido una subvención a los accionistas actuales. Además, el Estado irlandés no puede realmente permitirse asumir más deudas. Tal y como están las cosas, el gasto de 77.000 millones de euros en el banco malo duplicará con creces la deuda nacional irlandesa. En estas circunstancias, sutilezas como un sector bancario privado parecen casi irrelevantes.
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