El último tugurio
El 5 de marzo de 1982 John Belushi entraba por la puerta del Rainbow Bar and Grill. Cruzaba el callejón entre camellos de heroína, motocicletas de alta cilindrada y groupies y se introducía en la sala principal de este mítico bar y restaurante de Sunset Boulevard. Algunos dicen que se sentó en la mesa 11, otros dicen que en la 16, donde años atrás, cuando el local se llamaba Villa Nova, Marilyn Monroe tuvo su primera cita (a ciegas) con Joe DiMaggio. Belushi saludó a Miguel, el cocinero, y pidió una sopa de lentejas. Horas más tarde moriría, cortesía de una sobredosis, en uno de los bungalós del cercano hotel Chateau Marmont.
Desde aquella noche no se sirve sopa de lentejas en el Rainbow Bar and Grill. "Tío, ni se te ocurra pedir eso", advierte Ted, quien posee un taller de reparación de harleys en el cercano distrito de Fairfax. Ted podría ganar el premio al pelo sedoso y agita su oxigenada melena cada vez que el jukebox escupe otro tema de Van Halen o Aerosmith. "Eso sí", prosigue Ted, tras cepillarse de un sorbo un shot de bourbon y golpear con la melena el rostro de una pobre turista, que lleva rato debatiéndose sobre los peligros que puede entrañar sacar una cámara de fotos en este lugar. "Si lo que buscas es famosos, espera un poco, que está a punto de llegar Lemmy, de Motörhead. Se pasa la noche en el pinball". De momento, sólo tenemos dos prostitutas de gama media, dos raperas lesbianas, un viejo conservado en whisky y un puñado de extras del vídeo de November rain, de Guns N' Roses (grabado aquí).
En la mesa 16, Marilyn Monroe tuvo su primera cita (a ciegas) con DiMaggio
El Rainbow ocupa una esquina en la zona oeste de Sunset Boulevard. Está separado por un pequeño callejón sin salida del Roxy, a una manzana del Whiskey a Go Go y dos del Viper Room. En el primero cuentan que Springsteen se hizo artista, en el segundo se inventó el concepto bailarina Go Go y a las puertas del tercero falleció River Phoenix en 1993 -aún se puede ver la cabina telefónica que hay entrando a la derecha y desde la cual se llamó a urgencias. El Rainbow fue fundado hace casi 40 años. Cuando aún se llamaba Villa Nova, fue el restaurante en el que Vincente Minelli se declaró a Judy. Durante unos años, el propietario del local fue Mario Maglieri, junto a Elmer Valentine y Lou Adler, creador de la escena de clubes que convirtió estas tres manzanas en la zona cero de la historia del rock. "Conozco a Mario, yo ayudé a colgar el póster que había sobre el Rainbow y que pedía que se presentase para alcalde", comenta Frank, otro parroquiano enfundado en pantalones de cuero -todo el año- y cuyas manos parecen un muestrario de joyería funeraria. "Una noche me contó que la clave del éxito de este local fue que jamás le dio una copa gratis a ningún artista. Si llegaban los Guns N' Roses, les daba sopa y pan, pero jamás alcohol". La banda grabó hasta tres vídeos en el Rainbow y fue expulsada de él en infinidad de ocasiones. "Eran buenos chicos, pero se descontrolaban. Le tiraban pan a la gente. Los mejores eran Led Zeppelin. Esos tipos llegaban, pillaban la mesa central y demostraban a la gente cómo se monta una fiesta".
El interior del local es todo cuero rojo, madera y plantas de plástico. Fotos y pósteres de bandas decoran unas paredes hasta hacer imposible saber de qué color está pintado este tugurio grasiento en el que comer la hamburguesa con cubiertos es casi peor que escuchar a Phil Collins. En la planta superior se encuentra la sala privada Over the Rainbow, donde festejaron los Beatles y donde cada noche Maglieri le pedía a Jim Morrison que dejara las drogas.
"¿Ésa es la mierda de propina que vas a dejar?", se agita la camarera, cuyos pechos contienen tanto plástico que cuando muera, en vez de enterrarla, deberían meterla en el contenedor amarillo. Dos billetes de dólar sobrevuelan la barra hasta aterrizar sobre el callejón, donde aparca una limusina. De ella se baja el cómico inglés Russell Brand. Tras dos minutos sentado en una esquina del patio, ha decidido que el local no es para él. Le contamos a Ted quién es Brand. "¿Tocó alguna vez en algún grupo de rock? ¿En L.A. Guns? ¿En Mötley Crüe? ¿No?". Sin duda, las cosas han cambiado mucho desde que Warren Zevon cantara aquello de "conocí una chica en el Rainbow, me pidió que le pegara".
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