Vacaciones a la sombra de la precampaña

Lo lógico sería pensar que el anuncio de un adelanto electoral en víspera de las vacaciones podría hacer zozobrar los planes para el verano de los políticos. Paradójicamente, la decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, les ha ahorrado la incertidumbre de marcharse ignorando si el anticipo de los comicios iba a interferir en sus días de descanso. Se han librado de un problema, pero entre sus maletas se ha colado otro: evitar el síndrome electoral y tomar fuerza para la precampaña.

Probablemente Zapatero sea de los pocos que descanse tranquilo, aunque sus últimas vacaciones como presidente serán cortas por la crisis y la visita del Papa. Tras despachar con el Rey mañana en el palacio de Marivent, el 2 de agosto, fiel a su costumbre, se refugiará en Doñana (Huelva), donde descansará poco más de una quincena con su mujer y sus hijas. El 18 regresará a Madrid para recibir a Benedicto XVI e iniciar la recta final de su mandato.

Fieles a sus costumbres, Rajoy irá a Sanxenxo y Zapatero a Doñana

Las vacaciones del líder de la oposición, Mariano Rajoy, apenas están perfiladas. La precampaña obliga y pasará el verano a caballo entre su Galicia natal y Madrid. Como suele, se escapará con su mujer e hijos a Sanxenxo (Pontevedra), donde leerá novela histórica y pescará con su hijo mayor.

El verano de su principal rival en las elecciones, Alfredo Pérez Rubalcaba, también será breve. Su esprint hacia La Moncloa ocupará casi todo su tiempo. Dispondrá de una semana que, como todos los años, pasará en Llanes (Asturias) en compañía de su mujer, Pilar Goya. La incógnita es si en esos días terminará algún libro de novela negra, su favorita.

Los miembros del Gobierno son leales a su destino de vacaciones. Este verano tampoco han variado de hábitos. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, se refugiará en su pueblo natal, Arroyo del Ojanco (Jaén). Aprovechará sus paseos por la sierra del Segura para olvidar los quebraderos de cabeza que le causan las quejas de sindicatos y patronal. También se perderá por la montaña la vicepresidenta Elena Salgado, entusiasta del senderismo.

Galicia es el destino elegido por varios ministros. El titular de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, distribuirá sus escasos 10 días entre Palas de Rei (Lugo) y la isla de Arousa (Pontevedra). Alguno dedicará a cocinar productos gallegos y pollo campero, su especialidad. La responsable de Exteriores, Trinidad Jiménez, también irá a Galicia. Cambiará el manso Mediterráneo de Málaga, donde pasará la primera semana de agosto, por las turbulencias del Cantábrico, donde estará la segunda.

La incertidumbre electoral sí ha trastocado los planes del ministro de Justicia. Francisco Caamaño aprovecha el verano para navegar por el Mediterráneo. Ya está en alta mar, pero este año por aguas gallegas. Prefería no irse lejos por si había novedades.

Manuel Chaves se decanta por el sur: estará en Cádiz hasta el 19 de agosto, fecha en la que hay Consejo de Gobierno. Allí se dedicará a la lectura y a escuchar música. A Andalucía también se escapa la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar. La cordobesa descansará junto a su familia la segunda semana de agosto en el cabo de Gata (Almería).

Algunos políticos estrenan verano como presidentes autonómicos y aprovecharán el descanso para recuperarse del estrés de la campaña de mayo. No es el caso del presidente de Extremadura, José Antonio Monago, que se ha castigado sin vacaciones, aunque sacará algún rato libre para escaparse hasta el norte de Cáceres a correr por la Vera, el Jerte o las Hurdes. La presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, se desplazará como siempre a Guadalmina, en Marbella, junto a su marido y su hijo. Más al norte irá la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, que veranea en la asturiana Ribadesella. Allí podrá leer con tranquilidad la prensa, una afición que tiene desde niña.

Para la presidenta Esperanza Aguirre estas son ya sus octavas vacaciones al frente de la Comunidad de Madrid y las primeras que pasará con su nuevo nieto, el segundo, que nació en plena campaña electoral de mayo. La dirigente popular viajará a Asturias, Segovia y Cádiz. Además de ejercer de abuela, jugará al golf.

Los políticos tienen bien planificadas las vacaciones. La duda es si evitarán que entre los paseos, chapuzones y lecturas se deslice el síndrome electoral que acecha a la vuelta del verano.