Punk sobre papel
Algo excitante tenía que ocurrir cuando unos chicos de clase obrera se mezclaron con estudiantes de bellas artes para expresar su disconformidad", discurre el artista Toby Mott. Enmarcada en el Proyecto Vitrinas, el MUSAC (León) inaugura mañana la exposición LOUD FLASH. Punk británico sobre el papel. The Mott Collection. Una revisión a la estética y las políticas del punk vertebrada por la colección privada que Mott fue recopilando durante su adolescencia en el Londres de 1975 a 1985, y que revela varios de los hitos gráficos del movimiento contracultural. "Era un momento único. Fue el último gran movimiento juvenil global", opina.
En una Inglaterra azotada por la crisis del petróleo de 1973, el paro y el IRA, el punk fue un revulsivo generador de un potente imaginario audiovisual. El dadaísmo, el arte pop y la Internacional Situacionista pusieron los cimientos de un lenguaje crudo y fácilmente reconocible. La intención era lanzar mensajes nihilistas sin mirar al pasado: el medio serían pósters, fanzines, portadas de discos y flyers —accesibles, baratos; una alternativa a la televisión y la radio—. "Del punk hay que reivindicar su espíritu opuesto a la homogeneización. Una llamada de atención desde lo imperfecto. Algo aún aplicable a nuestro presente", explica Agustín Pérez Rubio, director del museo. Un presente que "ha acabado convirtiéndolo en una forma más de vender camisetas o videojuegos", añade Bruno Sellés, director creativo del estudio de diseño Vasava. "Es irónico cómo un mensaje tan autodestructivo se ha convertido en una herramienta visual de marketing". A continuación, algunos de los hitos en torno a los que gira la exposición:
"El punk fue el último gran movimiento juvenil global. Fue un momento único" (Toby Mott)
X-Ray Spex flyer (Anónimo). La banda de punk femenino X-Ray Spex anunciaba con este folleto fotocopiado uno de sus primeros conciertos. Su mezcla de moda, música y diversión fue una avanzadilla del movimiento riot grrrlz de los noventa. "Sorprende cómo su energía todavía traspasa el papel. Es todo lo que el punk aspiraba y debía ser", reflexiona Mott.
Portada de Orgasm addict (Buzzcocks). Un bisturí, una pila de revistas femeninas, pegamento y la consigna "Dadá te patea el trasero y te gusta". En 1977, Linder Sterling (Liverpool, 1954) diseñó una de las imágenes arty más icónicas del punk que, 33 años después, sigue cuestionando con frescura los límites entre diseño gráfico y arte. Inspirada por los fotomontajes políticos del artista dadaísta alemán John Heartfield, Sterling fue la primera en orientar la mirada punk a la problemática de géneros.
Sniffing Glue. Fanzine seminal de 1976 cuyo creador, Mark Perry, cerró un año después en un ejemplo de inmaculada actitud punk. Perry se pasó por el forro las normas ortográficas, gramaticales o de maquetación y apostó por una orgía de fotocopias, titulares escritos a mano y humor descarado. La ética y estética de la blogosfera ya estaban escritas hace 30 años.
My rules photozine. El punk traspasó fronteras. Muestra de ello es el primer y único número de este photozine pionero, creado por el fotográfo Glen E. Friedman en 1982, en el que documentó la escena punk-hard-core norteamericana, creando el primer vínculo entre el punk y la cultura skate.
Portada de God save the queen (The Sex Pistols). El artista británico Jamie Reid creó uno de los mayores iconos pop del siglo XX inspirándose en los pósters del mayo del 68. Una de las imágenes más revisitadas que invita a cada nueva generación a plantearse: ¿qué es el punk ahora mismo?
Hasta el 28 de marzo en el MUSAC (León). musac.es
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