Autoanálisis del sistema del arte
Nunca el arte español ha desplegado tanta efervescencia como en las últimas décadas, reflejada en inauguraciones de museos, centros y galerías, en la ingente oferta expositiva, en la profusión de publicaciones de arte, en la reactivación del coleccionismo o en la inusitada afluencia de público, y nunca los artistas han estado tan ensalzados en su virtual genialidad y tan desprotegidos ante la oligarquía del mercado y de la crítica. Como síntoma de la institucionalización (y mercantilización) del bien artístico, de alguna forma convalidadas en esta nutrida recopilación bibliográfica, y de la invalidación de determinadas teorías subjetivistas, el primer capítulo de El sistema del arte en España, que bajo la dirección del catedrático Juan Antonio Ramírez -ya anuncia "el arte no es el capital"-, organiza su taxonómico proyecto de investigación colaborativo a partir de 1975 sobre las relaciones del arte con la sociedad y con el dinero, y que no puede resultar más contundente. El escenario hegemónico que describen las siete firmas de este nada condescendiente libro, puede resumirse con una enunciación del apartado de Patricia Mayayo: "Una de las características del mundo del arte contemporáneo en nuestro país es que presenta una elevada concentración de poderes y funciones en pocas manos".
En España el sistema del arte presenta una elevada concentración de poderes y funciones en pocas manos
Sin duda, en la actualidad el universo hiperinflacionado del arte vive sujeto a un sistema de razones que determina que cualquier cosa pueda ser una obra de arte, statu quo que ha motivado a Juan Martínez Moro, autor del ensayo Crítica de la razón plástica, a plantear una autocrítica al sistema del arte desde un análisis de los desarrollos históricos y de los fundamentos de la simbiosis entre razón y plástica en la escena artística contemporánea. De esto no hay que deducir que su exposición se genere desde una postura académica o reaccionaria, todo lo contrario, ya que su original voz permite localizar de forma preclara los procesos fenomenológicos de la aleación creativa entre creación y conciencia.
Continuando con la crítica de la crítica de arte, la reedición de Autocrítica del arte saca a la palestra el trabajo del ya desaparecido periodista cultural y crítico de arte de la revista Triunfo, José María Moreno Galván, esencialmente preocupado por los procedimientos civiles del arte moderno, es decir, por el paralelismo intrínseco entre los condicionantes que generan los cambios estilísticos en el arte y los cambios estructurales en la civilización. Este documento, teóricamente cartesiano, en contraste con la enrevesada aridez de las teorías posmodernas, no deja de resultar sumamente ameno y entrañable, máxime cuando su objeto de estudio se centra en los procesos cainitas del aformalismo, corriente que arrastró a la pintura en contra de sus propios principios estéticos.
Entrados en materia revisionista, los sendos Arte y Archivo y Memorias y olvidos del archivo plantean lecturas de intenso voltaje mnemotécnico, ya que ambas obras despliegan una valiosa cartografía interdisciplinar que permite (re)unir las coordenadas de la creación y del inventario, en verificar el repertorio de artistas dedicados a atesorar, recopilar, inventariar y producir imágenes para los contenedores del depósito general de la memoria, idea quizás ya presagiada en las cajas de Joseph Cornell. El material incluido permite combinatorias de polaridad y retroalimentación, ya que en ellos el archivo ya no es comparable al recoveco ceniciento y desesperanzador de los enigmas kafkiano-borgianos, sino que al amparo de las nuevas tecnologías se ha reconvertido en dinamizador de flujos discursivos atemporales, impulsor de canales de dispersión de obras, enfoques y relatos ahistóricos. O como apunta Anna Maria Guasch, "el principio arcóntico del archivo es también un principio de agrupamiento, y el archivo, como tal, exige unificar, identificar, clasificar, su manera de proceder no es amorfa o indeterminada, sino que nace con el propósito de coordinar un corpus dentro de un sistema".
Si el archivo constituye un paradigma en el cual se rescata a la memoria eidética de la omisión o supresión, la imagen, o huella mnémica (imagen del recuerdo o recuerdo en imágenes), que no es algo similar a la impronta "exteriorizada" pictórica, fotográfica o cinematográfica, sino que es la imagen mental y personal que tenemos de un recuerdo. Este silogismo da alas al discurso filosófico-artístico de Salvador Rubio Marco, influenciado por el pensamiento de Wittgenstein, para orientar la rigurosa reflexión teórica y praxis artística de Como si lo estuviera viendo en dirección a los efectos de las imágenes mnemónicas en el proceso creativo de los artistas actuales e históricos, sustentando el concepto de la estructura pivotante de la imagen mnemónica, que le otorgaría funciones distintas en relación con determinados momentos cronológicos.
Las interrelaciones del arte con otras disciplinas han sido una constante para transformar y recrear la realidad del mundo, por lo que en su tesis Poéticas arquitectónicas en el arte contemporáneo, David Moriente, curiosamente discípulo del ya citado autor Juan Antonio Ramírez, se aventura en la fusión entre arte y arquitectura, ya fuera para enseñar las intervenciones artísticas en el paisaje urbano o natural, o las prácticas arquitectónicas con propósitos artísticos, configurando una nutrida y penetrante representación de estas arquitecturas del arte, o de arte arquitectónico, tendencia que se ha incrustado en la sociedad contemporánea sin que apenas el ciudadano se haya apercibido de esta continua invasión estética.
Autocrítica del arte. José María Moreno Galván. Barataria. Sevilla, 2011. 217 páginas. 22 euros. Arte y archivo, 1920-2010. Anna Maria Guasch. Akal. Madrid, 2011. 315 páginas. 22,50 euros. Como si lo estuviera viendo (El recuerdo en imágenes). Salvador Rubio Marco. La Balsa de la Medusa. Madrid, 2010. 168 páginas. 13 euros. Crítica de la razón plástica. Juan Martínez Moro. Trea. Gijón, 2011. 331 páginas. 25 euros. El sistema del arte en España. Juan Antonio Ramírez (editor). Cátedra. Madrid, 2010. 374 páginas. 20,40 euros. Memorias y olvidos del archivo. Edición de Fernando Estévez y Mariano de Santa Ana. Lampreave. Tenerife, 2010. 269 páginas. 30 euros. Poéticas arquitectónicas en el arte contemporáneo. David Moriente. Cátedra. Madrid, 2010. 419 páginas. 20,40 euros
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