"No me amilanaré, ni ante España ni ante ETA", proclama Ibarretxe

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, trató ayer de volver a colocarse como exponente del "cauce central" de la sociedad vasca que siempre ha reclamado ser. "Unos me dicen español; otros, lehendakari fragmentador, independentista. Ni lo uno ni lo otro. Mi única obsesión es el bienestar de todos los vascos. A unos y a otros les digo: no me acoquinaré, ni ante España ni ante ETA". Ésta fue la frase con la que buscó ese espacio y con la que arrancó el mayor aplauso de los asistentes ayer a su mitin en Eibar, acompañado por el presidente de su partido, Iñigo Urkullu; el primer candidato por Guipúzcoa, Joseba Egibar y la también aspirante Eider Mendoza.

En esa centralidad trató de hace hincapié también Egibar. "Tienes que saber, lehendakari, que va a haber gente del partido socialista que te va a votar", le dijo. La plaza para hacer esa afirmación, y reiterar el peligro de "despertar el día 2 [de marzo] con la pesadilla de tener a Madrid en Ajuria Enea", en palabras de Urkullu, no parecía tan propicia como lo fue la víspera Basauri para ejemplificar el pacto PSE-PP para "echar a los euskaldunes de Ajuria Enea".

El 'lehendakari' intenta situarse de nuevo como ejemplo de centralidad

Eibar es cuna y feudo socialista, donde el PSE obtuvo mayoría absoluta en las municipales, pero su alcalde, el hoy cabeza de lista por Guipúzcoa, Iñaki Arriola, dio entrada en el equipo de gobierno a PNV y EA y tiene un acuerdo externo con el PP.

Egibar llamó a los suyos a impedir que el 2 de marzo sea "el día de los lamentos", una idea en que también insistió Urkullu. "Nos están sedando con las encuestas", apuntó, criticando el tratamiento informativo que se les da. "Nos quieren meter poco a poco su anestesia mediática, ésa que no duele, y de la que te despiertas con la pesadilla de Madrid en Ajuria Enea", recalcó.

Los estrategas de campaña del PNV siguen preocupados con la indefinición de los indecisos, que, a estas alturas, ya no son tales, aseguran, salvo en alrededor de un 5%. Pero siguen sin revelar su voto en las encuestas y nadie sabe cuál es el que quieren ocultar. Sigue tocando el mensaje movilizador más directo a su militancia: id y predicar. "Que nadie se quede en casa porque nos dé por ganadores... o por otro tipo de razones", clamó Urkullu.