Los alumnos se estancan en ciencias

La ciencia no parece interesar a los estudiantes cuando llegan a la universidad y la falta de vocaciones podría deberse a los mediocres resultados en esta materia en la escuela. El informe PISA, que detalla las competencias de los alumnos de 15 años de 65 países en lectura, matemáticas y ciencias, hecho público ayer, certifica que Euskadi necesita mejorar en estas últimas: aunque la puntuación media es superior a la española, se ha estancado desde 2006 por debajo de la media de la OCDE. En cambio, avanza con buenos resultados en matemáticas y mejora en lectura. En la comunidad autónoma fueron evaluados 4.768 estudiantes de dicha edad de 177 centros, el 57% de ellos de la red concertada.

Más de la mitad de los examinados estudian en centros concertados

El nivel de Euskadi en la clasificación de países y comunidades autónomas en ciencia es el más bajo que alcanza en las tres competencias, a la altura de Portugal, Italia y Austria, Cataluña y Cantabria. Aunque desciende el porcentaje de estudiantes que en esta evaluación quedan en los niveles inferiores, existe también una tendencia imparable desde 2003 a perder alumnos situados en el nivel de excelencia.

Fernando Cossío, director de Ikerbasque y catedrático de Química Orgánica de la UPV, recuerda que a los alumnos más pequeños "les interesa mucho salsear en los experimentos que se les proponen sobre ciencia, pero luego algo se tuerce". Cossío piensa que ello podría deberse a un "cambio brusco en la enseñanza de ciencias en los últimos años, que genera un estrés excesivo" al estudiante. El resultado es que "el alumno medio no se interesa por las ciencias experimentales", aunque resulta difícil relacionar los promedios de PISA con la falta de alumnos en ámbitos tan concretos.

La consejera de Educación, Isabel Celaá, reconoció ayer al presentar en Bilbao los datos del informe referidos a Euskadi que entre las reflexiones que han puesto en marcha figura la posibilidad de aumentar las horas de ciencias en la escuela incrementando la carga total de horas escolares, ya que se descarta quitarlas de otras materias. Ello sería una última medida dada su complejidad. Las propuestas se centran en formar a los profesores para introducir desde Primaria conceptos de materias como la física. "Venimos dedicando menos tiempo a las ciencias que el resto de comunidades", explicó Celaá.

Euskadi registra una mejora en lectura después de la brusca bajada del informe de 2006, pero no ha vuelto a las cifras de 2003, la primera vez que la comunidad autónoma participó en este examen. Euskadi se sitúa aquí en niveles similares a Francia y Reino Unido, en el séptimo lugar por comunidades autónomas, aunque en la práctica ello no supone "diferencias significativas", según Educación, ya que todos están dentro del 5% de margen de error de la prueba.

En matemáticas los datos resultan mucho mejores: se vuelven a superar las medias de la OCDE y la española, con una mejora muy significativa de la puntuación, que deja a Euskadi en segundo lugar por comunidades, cerca del nivel alemán. Y mientras la tendencia de la OCDE es a la baja, Euskadi ha registrado un alza evidente.

Preocupa también la división por niveles. Euskadi destaca por su reducido porcentaje de estudiantes en la franja de nivel inferior. De hecho, en lectura preenta un 15% frente al 25% de la OCDE; en matemáticas otro 15%, 10 puntos menos que la media de los países, y un 14% frente al 20% de la OCDE en ciencias. Pero el trasvase no continua del nivel medio al superior: en los niveles de excelencia solo supera a la OCDE en matemáticas. En lectura, el País Vasco tiene un 4% del alumnado de Secundaria en los niveles elevados frente al 7% de la OCDE y un 3% frente al 8% en ciencias.

Imanol Zubizarreta, miembro de la junta directiva de la Confederación de Padres y Madres de la Escuela Pública, mentiene que "lo que importa a las familias es el aprobado, y el índice es alto". "Preferimos una escuela que compense las carencias de las familias de estudiantes con niveles bajos, aun a riesgo de que los que tengan capacidad para lograr mejores niveles no los logren", sostiene, recordando el riesgo de exclusión al que se enfrentan quienes se quedan en los niveles bajos. Así lo reconoce también la viceconsejera de Educación, Marian Ozcáriz, quien recuerda: "Los niveles inferiores del informe se correlacionan con el fracaso escolar".

El idioma en que se ha realizado la prueba, al ser la lengua materna, ha sido el castellano en el 84,4% de los alumnos, aunque el 80,1% de ellos estudia en los modelos bilingüe o en euskera. Los resultados no han variado según el idioma, concretó Celaá. Realizar la prueba en lengua materna evita que se desvirtúen los resultados en los sistemas bilingües, pero la consejera sostuvo la pasada semana que en Secundaria las diferencias de resultados entre la lengua materna y la de enseñanza se reducen.