El alto coste de la apuesta por Imaz
Román Sudupe está pagando "muy cara" su apuesta pública por Josu Jon Imaz en el enfrentamiento que éste mantuvo a finales de 2003 con Joseba Egibar por suceder a Xabier Arzalluz en la presidencia del PNV, según aseguran fuentes cercanas al edil donostiarra. Al poco tiempo de acceder Imaz -ahijado político de Sudupe-, a Sabin Etxea, Egibar logró recuperar la presidencia de la ejecutiva guipuzcoana, en la que comenzó a prescindir de los anteriores dirigentes y a colocar a personas de su absoluta confianza.
La decisión de presentar a Sudupe como candidato a la alcaldía donostiarra en las municipales de 2003 se produjo en la etapa del antecesor de Egibar, Juan María Juaristi, también partidario de Imaz. La llegada de Egibar al mando de la ejecutiva guipuzcoana supuso el inicio de un progresivo arrinconamiento de Sudupe dentro de su partido, que se ha hecho visible tras su relevo como vocal y vicepresidente del consejo de la Kutxa.
La decisión de abandonar su responsabilidad como portavoz municipal del PNV en San Sebastián responde a razones "exclusivamente políticas", según aseguran miembros del partido. "No hay ninguna razón de orden municipal" que le haya animado a dar este paso, sostienen sus allegados. No ha influido, según insisten estas fuentes, el hecho de que esta misma semana el Gobierno haya complicado la construcción de una casa de cultura en el Palacio de Aiete, uno de los proyectos que más defendió como edil, ni el informe desfavorable emitido por la Diputación contra el plan urbanístico de Basozabal.
Dos concejales
Sudupe se ha visto relegado como consecuencia, también, de su disconformidad con los sectores de su formación que más han venido apostando por las tesis soberanistas.
El asesinato en agosto de 2000 a manos de ETA de su amigo José María Korta, presidente de la patronal guipuzcoana Adegi, le apartó definitivamente de los dirigentes del PNV que defendían un acercamiento al mundo de Batasuna. Sudupe, quien presidió el PNV en 1984 y 1985 y vivió al frente del partido la gestación de la traumática escisión de la que nacería EA un año después, ha visto perdida toda la confianza interna cuando le han relegado de la Kutxa.
Con la marcha de Sudupe, que ahora reinicia su andadura en la empresa privada, el grupo municipal peneuvista se queda con apenas dos representantes, Xabier Ezeizabarrena y Aitziber San Román, para hacer frente a la actividad diaria en el consistorio. Pilar Elgoibar, Patxi Baztarrika y, a partir de ahora, Sudupe sólo asisten a los plenos para votar.
Ezeizabarrena, quien en 2003 fue fichado precisamente por Sudupe y se presentó en la plancha del PNV como independiente, se perfila ahora como uno de los aspirantes a ser el próximo cabeza de lista en las elecciones municipales de 2007.
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