Lazcoz apela al diálogo tras hacer historia
Los socialistas logran la alcaldía de Vitoria por primera vez desde la restauración de la democracia
Patxi Lazcoz apeló ayer al diálogo, al acuerdo e incluso "a compartir protagonismos" con la oposición tras ser investido alcalde de Vitoria.
Lazcoz (Pamplona, 1965) se convierte así en el primer socialista que ocupa ese cargo desde la restauración de la democracia, y en el tercero alcalde que ha tenido la ciudad después de los 20 años de mandatos de José Angel Cuerda -ganó con las siglas del PNV y EA- y los dos consecutivos (1999-2007) del popular Alfonso Alonso.
"Tenemos la obligación de dialogar, de llegar a acuerdos, de compartir incluso protagonismos, de ganar espacios para la complicidad, pero sobre todo de respetarnos", dijo el nuevo primer edil para poner punto y final a los últimos años de duro enfrentamiento que ha mantenido con el equipo de Alonso.
Con todo, las primeras palabras del nuevo alcalde fueron para demandar la unidad de los demócratas contra ETA. Lazcoz hizo un llamamiento a la unidad de los partidos: "Asumimos el compromiso de cerrar filas ante los terroristas, de buscar unidad y complicidad entre los demócratas para señalar con rotundidad que violencia y política son incompatibles", dijo, parafraseando al presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Frente a Lazcoz se sentaban en el salón de plenos, entro otros, el presidente del Senado, Javier Rojo; el delegado del Gobierno, Paulino Luesma; la subdelegada Gloria Sánchez, junto a la esposa de Lazcoz y sus dos hijos.
El nuevo alcalde fue elegido al ser la suya la lista más votada en los comicios. No hubo otro candidato, tras la decisión de Alonso de no pugnar por la alcaldía, y Lazcoz recibió exclusivamente los nueve votos de los suyos. El resto de corporativos -nueve del PP, seis del PNV, dos de EB y uno de EA- votaron en blanco.
Tras recibir de manos del presidente de la mesa de edad, el concejal popular Miguel Angel Echevarria, la medalla y la makila -el bastón que simboliza el mando-, Lazcoz y Alonso escenificaron el traspaso de poderes con un abrazo y buenos deseos mutuos. "Sería injusto no reconocer que muchos jóvenes tienen o van a tener resuelto su problema de vivienda gracias a una política [de vivienda] acertada", se dirigió Lazcoz a un Alonso por momentos emocionado. "Le deseo que le vaya bien, porque si a Lazcoz le va bien nos irá bien a todos los vitorianos", respondió después el primer edil saliente.
Al menos aparentemente, los dos aparcaron la crispación de los últimos años, en los que todos los grupos de la oposición han mantenido un durísimo cerco político contra el equipo del ya ex alcalde y presidente del PP alavés.
Tras el pleno, los demás portavoces también apostaron por dar una oportunidad a Lazcoz. El del PNV, Mikel Martínez, explicó que la postura de su grupo iba a ser la de ofrecer a los socialistas una oposición comprometida con los proyectos y retos pendientes. "Un compromiso exigente", definió.
Lazcoz, quien de momento gobernará en minoría, evitó en su discurso pronunciarse respecto de los posibles pactos que buscará para lograr una mayoría holgada.
A la espera de la Diputación
Sin embargo, tras hacerse la foto de familia con la nueva corporación, vinculó la composición definitiva de la Junta de Gobierno a las negociaciones para dilucidar quien será el próximo diputado general de la provincia.
El PP ganó los comicios forales, con 15 junteros, seguido por el PSE, con 14 y el PNV con otros 14. EA y EB lograron dos cada uno y ANV cuatro. "Espero que la composición de la Junta de Gobierno con la que voy a comenzar a trabajar este mismo lunes [por mañana] no sea la definitiva,
porque espero que los cuatro años sean de estabilidad", explicó el flamante primer edil.
Los partidos disponen de casi un mes hasta el pleno de designación del nuevo diputado general, para cerrar las alianzas.
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