Euskadi rompe la negociación con La Rioja por "diferencias irreconciliables"

Lejos de acercar posturas ante la inminencia de la fecha tope propuesta para alcanzar un acuerdo, Euskadi y La Rioja cumplen hoy el plazo que se habían marcado para resolver su conflicto sanitario sin ningún resultado y con los dirigentes vascos diciendo "basta". "Diferencias irreconciliables", zanjaron ayer el debate fuentes de Sanidad. La cúpula de la sanidad vasca, con el consejero Rafael Bengoa al frente, comparecerá hoy en una rueda de prensa en el Parlamento para explicar cómo va a encarar ahora Euskadi, tras el fracaso de la negociación, la atención a los habitantes de la Rioja Alavesa. El Gobierno de la comunidad vecina ordenó hace casi tres meses que se dejase de dejar de atender a los pacientes de esa zona.

Navarra desmiente que su conflicto con Pedro Sanz esté ya resuelto

La principal razón sigue siendo la que esta semana ha impedido un acuerdo: la contrapropuesta riojana remitida ayer a Osakidetza sigue sin garantizar la atención y la continuidad de los cuidados, según fuentes vascas. Además, se mantiene el criterio económico, aunque con cambios en su formulación.

Descartada la opción del acuerdo entre ambas comunidades, según las autoridades sanitarias vascas -fuentes riojanas aseguraron en cambio a EL PAÍS que "las negociaciones continúan con normalidad"-, toma fuerza con más urgencia si cabe el planteamiento realizado por Bengoa. El consejero quiere llevar el conflicto a la Comisión Interterritorial de Sanidad, que agrupa a todas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad.

La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, realizaba el pasado martes un llamamiento en esa misma línea de dar alcance nacional a la polémica, exigiendo directamente soluciones a Mariano Rajoy como futuro presidente del Ejecutivo central. La pugna se ha limitado a ambas comunidades ante la seguridad que ofreció Euskadi en un primer momento de que no dejará de atender a los 11.000 residentes en municipios limítrofes de Castilla y León, Cantabria y Navarra a los que atiende cada año. Solo atender a pacientes riojanos le costó a Osakidetza el año pasado 2,37 millones de euros.

La respuesta ante la negativa del Gobierno del popular Pedro Sanz pasa por ampliar la atención sanitaria en la Rioja Alavesa, solución que podría hallarse en el Hospital de Leza, hoy destinado a crónicos. La viabilidad económica de esta medida y la dificultad de realizar procesos como operaciones -es necesario realizar un número concreto de intervenciones al año para garantizar la seguridad clínica- hace que la opción, planteada por el propio consejero la semana pasada en el Parlamento, no resulte la más viable.

El PP lleva al pleno de hoy de la Cámara la propuesta de crear un centro de salud con especialidades. La situación se ha convertido en una incómoda piedra en el zapato para el PP vasco, que ve cómo su feudo en Euskadi, Álava y concretamente la Rioja Alavesa, donde controla varias alcaldías, se ha convertido en marco del contencioso entre el Gobierno vasco, al que apoya, y un presidente autonómico de su partido.

Los contactos con la dirección nacional popular y entre las direcciones del partido en ambas comunidades no han resultado fructíferos a tenor de los resultados, pese a que varios dirigenets de los populares vascos anunciasen antes de las elecciones generales que el conflicto se resolvería de forma inminente.

Las últimas declaraciones de Pedro Sanz asegurando que "pasa" del problema y criticando el mapa sanitario vasco tampoco han ayudado a encauzar la negociación. Sus palabras han removido el debate, aunque los dirigentes riojanos que negocian con Euskadi han mantenido un tono más conciliador. Sanz recibió ayer un tirón de orejas de Navarra, que desmintió que el conflicto entre ambos, similar al vasco, esté cerrado como sugirió el presidente riojano el martes.