Contra la pedagocracia
Leo en Babelia (Nº 838; 15 de diciembre de 2007) el precioso artículo de Antonio Muñoz Molina titulado El libro ilimitado, una defensa de la lectura y un ataque a los falsos expertos que controlan hoy el sistema educativo. La voz de escritores lúcidos y valientes resulta actualmente del todo imprescindible en esta lucha contra la ignorancia pedagocrática que muchos profesores venimos sosteniendo en inferioridad de condiciones.
La clase política hace años que contribuye claramente a la destrucción de la enseñanza pública, pues encarga siempre la solución de los problemas a los mismos que los van creando. La pedagocracia es como una hiedra voraz que medra precisamente a costa de la cordura docente, de la transmisión de conocimiento, de los valores educativos elementales. Sus huestes empezaron por desvirtuar la enseñanza primaria, luego fueron desfigurando la secundaria hasta arrasarla, y ahora están burocratizando la universitaria. Nadie sabe hasta dónde llegarán, en este proceso de destrucción cultural en el que se han comprometido a fondo.
Como apunta Muñoz Molina, en última instancia se trata de cercenar esa vía de superación personal y de promoción social que la cultura representaba. Hoy el entramado educativo está enteramente al servicio de las exigencias del mercado, y eso impide el óptimo desarrollo de las potenciales (y diversas) facultades de los discentes al tiempo que supone la alienación profesional de los docentes. Es un proceso que ningún político muestra arrestos de querer entender e intentar corregir.
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