La dictadura del minutaje
Mitin del PSOE. Mitin del PP. O al revés. Habla Zapatero, habla Rajoy. O al revés. Unos minutos para ti, otros minutos para mí. Y así con Llamazares, Montilla, Imaz, etcétera. Éste es el criterio de neutralidad y objetividad de TVE: la dictadura del minutaje. Sin más. Sin valoraciones de redacción, sin contextualización, sin análisis de consecuencias de promesas, de propuestas o de programas. Todos son igual de importantes y lo que dicen y prometen tiene que caber en esos minutos de voces y banderas electorales. A eso lo llaman parecerse a la BBC. Sin poner contra las cuerdas a los líderes políticos, sin sacarles los colores, sin poner en evidencia las implicaciones de sus declaraciones, sin atreverse a llegar hasta las últimas consecuencias, sin tirar del archivo para ponerles en evidencia con lo que ya prometieron en otras elecciones, sin establecer un diálogo crítico desde redacción con los corresponsales seguidores de campaña, que parecen más funcionarios de los partidos, o colegas, que periodistas. Luego vienen las audiencias, que si una décima más arriba que si una décima más abajo. Y las sonrisas de los presentadores, hoy por ti mañana por mí. Este mes gana Milá y el próximo será Matías Prats.