Soy médico y estoy en el paro
Hace unos días tuve que leer en la prensa, escuchar en todos los medios y además comentarios de amigos y familiares que también se habían hecho eco de la noticia, algo que me hizo sentir tal grado de indignación que ni siquiera puedo expresar con palabras. El ministro de Sanidad y Consumo informaba a toda España de que no hay médicos, información que por otro lado es conocida desde hace mucho más tiempo.
Tengo que decir que la valoración del ministro dista mucho de la actuación de las administraciones. Tanto en el Área de Salud donde trabajaba como en la comunidad autónoma a la que pertenece dicha área, la política actual es la de reducir gastos. Claro, por esto de la famosa crisis. Y no se les ha ocurrido mejor idea que hacerlo a costa de empeorar la calidad asistencial. Un ejemplo de ello, el que más atañe a la citada noticia, es que las sustituciones se reducen a la mínima expresión.
Esto se traduce por un lado en un descenso del número de personas contratadas, engrosando así las listas del paro, y por otra parte, en que un médico pase de los 50 pacientes que tiene que ver diariamente, a tener que valorar a 100, bien porque tenga que acumular la consulta de su compañero que esté de vacaciones, tenga días libres o se haya roto una pierna.
Todo esto me hace pensar de forma maliciosa. Cuando yo comencé mis estudios en la Universidad -año 1997- ya se conocían los datos aportados recientemente sobre la escasez de profesionales en un futuro, ya que, sencillamente, se jubilarían más médicos que los que terminaban la formación. ¿Y por qué justo ahora se da a conocer a la opinión pública? ¿Será para justificar ante la población ese detrimento que va a sufrir la calidad de su asistencia sanitaria? ¿Por qué el ministro alerta de la imperiosa necesidad de médicos para cubrir la demanda sanitaria y por otro lado las administraciones no contratan a los médicos parados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.