Nudismo, sí
La persecución del nudismo o naturismo, ahora candente en las playas de Cádiz, Almería y otras, constituye un ataque frontal y humillante a los derechos naturales y constitucionales de ciudadanas y ciudadanos maduros, responsables, conscientes, informados y dignos quienes, no sólo no hacen daño alguno a nadie, sino que sólo pretenden disfrutar de baños de sol, mar o aire libre sin necesidad de humillarse con una prenda que nadie ha conseguido aún explicar para qué sirve, salvo para dejar de manifiesto que el cuerpo humano, a diferencia del de los animales, es malo y ha de ser por tanto sistemáticamente tapado, censurado y perseguido. Sinceramente: esto sí que me parece una auténtica vergüenza, un oprobio y un ataque frontal a la inteligencia y la sensibilidad de todos.
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