Huella ecológica

¿Sabías que la huella ecológica de la economía española es tres veces la superficie del Estado español? Esto quiere decir que el Estado español necesita una superficie tres veces la suya para seguir llevando el ritmo de vida actual, para poder adquirir los recursos actuales y eliminar los residuos generados. Una situación claramente insostenible.

Pero ¿dónde vamos a buscar los recursos?, ¿dónde vamos a eliminar los residuos? No sólo a nuestro territorio; también, y cada vez más, a los países empobrecidos. Es por esto por lo que a lo largo de los años hemos adquirido con ellos una deuda ecológica. Podemos decir pues que cuanto más huella ecológica, más deuda ecológica. Esta deuda la hemos adquirido debido al expolio histórico y presente de los recursos naturales, los impactos ambientales exportados y la libre utilización del espacio ambiental global para depositar residuos. El Gobierno español insiste en que los países del Sur tienen una deuda externa monetaria que deben pagar, pero si analizamos la vertiente ecológica nos damos cuenta de que los roles se invierten, y nos preguntamos: "¿Quién debe a quién?" El Estado español deja de ser acreedor para ser deudor de deuda ecológica.

En Barcelona hemos empezado la Semana de la Deuda hablando precisamente de este tema: la deuda ecológica y el papel de las transnacionales.