Dardos envenenados
ACarme Chacón, ministra de Defensa, se le ocurrió asistir a la Pascua Militar con un esmoquin, y se maquilló y pintó los ojos de manera harto sofisticada. Y se armó. Al día siguiente, su atuendo se había convertido en noticia de primera de muchos periódicos y le llovieron críticas por doquier. Que si no se había ajustado al protocolo, que si ofendía con su osadía a la Monarquía, que si llevaba pantalones para que supieran en el Ejército quién era la que en verdad mandaba... Rachida Dati, ministra francesa de Justicia, también ha padecido su particular calvario por haberse quedado embarazada sin que se conociera el nombre del padre de la criatura. Lo suyo llegó tan lejos que incluso el servicio de espionaje marroquí se movilizó para descubrir el secreto. No hubo manera: la criatura llegó al mundo el 2 de enero sin que se supiera la identidad del progenitor.
Todo este baile de comentarios, y las correspondientes descalificaciones machistas y bromas zafias, tiene el objetivo de cuestionar la capacidad de las mujeres que han llegado a puestos de responsabilidad.
Los hombres, al parecer, no dan tanto de sí cuando se trata de sacarles los colores por su forma de vestir: suelen ser uniformes hasta el aburrimiento y, como mucho, da juego el color de sus corbatas. Su aportación a la paternidad es, por otro lado, invisible. Por ahí no se los puede desgastar.
De las mujeres, en cambio, se ve con lupa cuanto atañe a su indumentaria o a sus embarazos. La Asociación Unificada de Militares Españoles se pronunció de inmediato en el caso de Chacón para reprocharle que se saltara el protocolo cuando la disciplina y el respeto a las normas son en el Ejército cuestiones fundamentales. En Francia, los magistrados se han manifestado con la toga puesta para cuestionar la solvencia profesional de Dati.
Cuando una mujer está al frente, todo parece permitido para triturarla: hasta hacer el ridículo. Mientras tanto, Chacón ha sido la ministra mejor valorada en la última encuesta del CIS. Y Dati sigue superando los embates con gran estilo. Como cuando respondió, al ser acosada para que revelara el nombre del padre de su hija: "Mi vida sentimental es complicada. Es todo lo que diré sobre el asunto".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Carme Chacón
- Ministerio de Defensa
- IX Legislatura España
- Opinión
- Francia
- Discriminación sexual
- Discriminación
- Mujeres
- Legislaturas políticas
- Europa occidental
- PSOE
- Ministerios
- Prejuicios
- Gobierno
- Europa
- Administración Estado
- Problemas sociales
- Partidos políticos
- Política laboral
- Trabajo
- Administración pública
- Política
- Sociedad