Bochorno en Reino Unido
El Ministerio de Defensa británico ha metido la pata. Quiso hacer un alarde de transparencia informativa, y terminó por contar cosas que debían conservarse en secreto. Volcó, en la página web del Parlamento, un informe militar que pretendía dar cuenta de las opciones de futuro que tienen los reactores nucleares de los submarinos de reemplazo de la flota Trident. Pero no fue consciente de que permitía que se conocieran también algunos delicados datos sobre su vulnerabilidad y que, además, revelaba que los procedimientos de seguridad que tienen los estadounidenses en aparatos semejantes son el doble de eficaces "que los nuestros en áreas clave".
La chapuza la hicieron pública el domingo los reporteros del Daily Star Sunday. El Ministerio de Defensa no se dio cuenta de que se podía acceder al material sensible que había ocultado en su informe por el sencillo mecanismo de copiarlo y pegarlo en otro documento. Eso sí, los periodistas tuvieron la delicadeza de avisar del error a las autoridades pertinentes antes de que el periódico llegara a los quioscos. Pero cualquier internauta espabilado, a esas alturas, podría haber sabido ya de la incapacidad de los británicos para afrontar actualmente accidentes fatales en sus submarinos nucleares.
Son detalles que nunca debieron haber salido a la luz. El caso es que los reactores nucleares que tiene la flota Trident son muy parecidos a los que funcionaban en la central Fukushima antes de que el tsunami que desencadenó el terremoto los inutilizara y provocara la alarma por sus potenciales efectos devastadores. Justo en el mismo momento en que el mundo entero asiste con preocupación a la batalla que libran los japoneses por controlar una gravísima crisis nuclear, las autoridades británicas cuentan en un informe que tampoco ellos tienen un plan claro ante una situación de emergencia.
Gracias al soplo de los periodistas, el Ministerio de Defensa se apresuró a manifestar que se toma muy en serio la seguridad nuclear. Si lo hace con la misma efectividad con la que oculta sus secretos, el problema podría ser desde luego muy serio. Y es que no siempre hay un reportero a mano para señalar esos manifiestos casos de incompetencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.