"No permito que nadie diga que mi hijo es un imprudente"

Cristian Andrés Patiño Loja, el joven de 18 años al que un tren de Cercanías seccionó las piernas la madrugada del domingo, debería haber sido trasladado ayer a planta, pero una hemorragia en un tendón le mantiene sedado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital 12 de Octubre. Patiño, acompañado de su novia, se peleó con unos chicos en la estación de Leganés Central. Durante la trifulca, bajó a la vía para hacerse con una piedra, sin darse cuenta que el convoy estaba llegando en ese momento. El conductor intentó frenar sin éxito. Los testigos relataron a la policía que el chico parecía estar ebrio.

El padre del joven, Iván Patiño, un mensajero de 44 años de origen ecuatoriano, tenía previsto reunirse por la tarde con una abogada para analizar la forma de exigir responsabilidades por el accidente de su hijo. No está satisfecho con la primera versión de los hechos que se han dado. "No permito que nadie diga que mi hijo es un imprudente. Escapó de unos chavales que querían pegarle, estaba en una situación de riesgo y tomó una decisión desacertada. Vio una opción de defenderse. Se tuvo que ver muy amenazado para bajar a los raíles. La verdad es que alguien debe vigilar que no ocurran cosas como esta, sobre todo en una zona donde los jóvenes salen y beben. La vigilancia debe ser máxima a estas horas y en este lugar", cuenta el padre en la puerta del hospital. Estaba rodeado de familiares y amigos que pasaron la mañana visitando a Cristian, estudiante de un módulo de electricidad en un instituto de Fuenlabrada, donde vive con sus padres y tres hermanos.

Los testigos contaron que estaba envuelto en una gran pelea

La noche del sábado, Cristian vio el partido Real Madrid-Barcelona con unos amigos. Después visitó una discoteca latina situada en La Cubierta de Leganés. El incidente se produjo una vez que había amanecido, cerca de las siete de la mañana. El tren seccionó las piernas del joven, la derecha a la altura del tobillo y la izquierda en mitad de la tibia. "Esto va a cambiar su vida, pero cuando se despierta y empezamos a hablar lo veo animado, con ganas".

Los testigos contaron a los agentes que Patiño estaba bebido y envuelto en una gran pelea con cuatro jóvenes. Se arrojó piedras con los chicos. El padre de Patiño dice que su hijo le ha contado que fue a preguntarles la hora y que, por sorpresa, "los agresores le atacaron por algo que había pasado en la discoteca". "Temió por su vida y su única vía era armarse para protegerse. Prefiero que haya perdido las piernas a que haya muerto", reitera el padre, que cree que las Administraciones tienen que responder por lo que ha pasado. "Lo importante no es una indemnización, es que a nadie vuelva a ocurrirle algo semejante y le fastidien la vida".

La familia Patiño está muy alarmada por lo que está apareciendo en las redes sociales sobre Cristian Andrés: "Se está diciendo por Facebook y Tuenti que mi hijo pertenece a una banda latina. Lo desmiento categóricamente. Es un chico casero, estudioso, centrado".

Cristian Andrés llegó a España en 1999, tres años después de la llegada de sus padres, unos inmigrantes ecuatorianos procedentes de la ciudad de Loja que vinieron en busca de trabajo.

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