La ministra y los 'okupas' de Tabacalera
González-Sinde anuncia la adjudicación de las obras del edificio a finales de año
Doce del mediodía. Cuatro niños disfrutaban ayer de una piscina portátil instalada en uno de los patios de Tabacalera, en la calle de Embajadores, sin percatarse del revuelo que se ha montado alrededor de ellos. Mientras, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, se despedía de David Rodríguez y Víctor San Pedro, dos integrantes de las asociaciones que gestiona el centro social autogestionado La Tabacalera de Lavapiés. El edificio, que albergará el futuro Centro Nacional de Artes Visuales (CNAV), ha sido cedido a un grupo de colectivos sociales por el Ministerio de Cultura -a la vista del retraso que ha experimentado ese proyecto- hasta febrero de 2011 . "Pasad, pasad, no os cortéis", invitaba un grupo de actores que ensaya en la habitación contigua al llamado Molino Rojo, teatro improvisado y frontón para la pelota vasca los domingos por la mañana, mientras la comitiva ministerial paseaba por el laberíntico edificio de más de 28.000 metros cuadrados.
Fuensanta Nieto, una de las arquitectas encargadas del proyecto del CNAV, aseguró ayer que entregarán el informe de ejecución al Ministerio de Cultura en octubre. González-Sinde anunció que para finales de año, una vez supervisada la propuesta, se convocará el concurso público para la adjudicación de las obras del centro, "según los plazos establecidos", recalcó la ministra.
¿Qué pasará con los proyectos de La Tabacalera cuando acabe la cesión del edificio en febrero de 2011? "Nuestra norma es vivir sin miedo; además, nos sabemos muy bien la canción de Chanquete, aquella que dice que de este barco no nos moverán", explica David Rodríguez. "Creemos que el plan del Ministerio no es echarnos, pero si la labor cultural no comienza por respetar lo que ya existe, mal andamos", añade San Pedro.
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