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Entrevista:

"No fui a la capilla pero apoyo lo que hicieron. No fue ofensivo"

Uno de los detenidos por el asalto a la capilla de Somosaguas accede a hablar

Pilar Álvarez

Héctor Meleiro tiene 21 años y tres matrículas de honor en su expediente de Ciencias Políticas. El joven, que llegó a su carrera tras pasar dos años "perdidos" en Publicidad, es miembro de la asociación Contrapoder, formada por unas 30 personas de su facultad. El viernes fue detenido con otros tres estudiantes por el asalto a la capilla de Somosaguas de la Universidad Complutense. Su asociación y RQTR, otro colectivo estudiantil, reivindicaron el acto y luego se desdijeron. Meleiro, el único de los detenidos que accede a hablar con EL PAÍS, asegura que no participó en la performance, pero sí la respalda: "Comparto todo lo que se hizo porque, según me han contado los que estuvieron, la acción fue impoluta. En ningún caso se profanó", dice.

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"No se tocó el púlpito, ni el altar ni símbolos sagrados. No hubo gritos insultantes contra la Iglesia", afirma. El pasado 10 de marzo, más de 50 personas -la mayoría mujeres- entraron en la capilla con imágenes del papa Benedicto XVI con una cruz gamada, leyeron frases de la Iglesia sobre el papel de la mujer y profirieron frases como "contra el Vaticano, poder clitoriano". Algunas participantes se desnudaron de cintura para arriba. Todo en apenas un cuarto de hora que ha traído mucha cola. "Nadie sabía que iba a cobrar la importancia que cobró", dice Meleiro, que explica que la actuación se decidió "en una asamblea de mujeres".

Tras su detención, tanto él como sus compañeros (dos de Contrapoder y una de RQTR) se negaron a declarar ante la policía, a la espera de que les llame un juez. Quedaron en libertad a las tres horas. El estudiante asegura que hay tres alumnas más (dos de RQTR y otra que no pertenece a ningún colectivo) que esperan ser llamadas a declarar. Se enfrentan a un expediente abierto por la universidad que puede acabar en expulsión y a una denuncia del sindicato Manos Limpias contra los sentimientos religiosos que puede ser penada con cárcel.

Según Meleiro, fueron detenidos por su actividad en asociaciones estudiantiles. "No es difícil vincularme a Contrapoder, he participado en muchos actos", asegura. Hubo uno el día de la huelga general y también debates en los que participaron el presidente de Bolivia, Evo Morales, o el sociólogo Wallerstein.

¿Entiende que haya gente a la que ofendan las consignas o los desnudos? "Lo ofensivo es el intento de la Iglesia católica de imponer su moral a toda la sociedad", responde. Defiende que las consignas fueron "irónicas" y achaca la imagen de la cruz gamada a la relación del Papa con las juventudes hitlerianas que el propio Ratzinger relató en su autobiografía. Considera que hay gente "que se siente ofendida por frases que las militantes feministas ni siquiera han dicho. Esto lo ha sobredimensionado la prensa de la derecha". Manifiesta su sorpresa por la relevancia que ha tomado lo ocurrido, un hecho que vincula con las elecciones a rector del 6 de abril. "Después, el debate se apagará", augura.

Su asociación no respalda públicamente a ningún candidato. "No niego que nos interesa uno de izquierdas, porque si gana la derecha, los detenidos lo tendremos más difícil. La derecha mantendrá a raya la política en la universidad. Nosotros pensamos que es un lugar para hacer política y defender derechos". Reclama una universidad sin capillas. ¿No habría sido mejor pedirlo con otro tipo de actos? "Lo solicitamos al rectorado y la moción no sirvió para que la prensa se fijara en ello. Nada habría abierto un debate en profundidad tanto como la acción en la capilla".

Héctor Meleiro, estudiante de Políticas de la Complutense.
Héctor Meleiro, estudiante de Políticas de la Complutense.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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