Los 'españoles del Apollo' vuelven a Fresnedillas 40 años después
Los trabajadores de la estación recuerdan la llegada del hombre a la Luna
"En aquel momento eramos 103 españoles trabajando en la estación de Fresnedillas, y otros tantos estadounidenses", recuerda Manuel Bautista. Aquel momento era julio de 1969, la fecha culminante del programa Apollo que llevó al ser humano a la superficie lunar, y Bautista era el director de las estaciones de seguimiento que la NASA instaló en España para comunicarse con aquellas naves espaciales legendarias durante varias horas cada día. La de Fresnedillas-Navalagamella fue clave en los viajes tripulados a la Luna y ayer se juntaron en el pueblo varias decenas de los técnicos e ingenieros que entonces trabajaron allí para recordar y festejar.
La celebración fue una iniciativa del Ayuntamiento de Fresnedillas y entre los invitados había numerosos españoles, pero también estadounidenses llegados para la ocasión. Aplausos a los presentes, recuerdo para los ya ausentes, vítores y mucha alegría llenaron la sala de la Casa de la Cultura de Fresnedillas, tras la parte oficial de los actos, presididos por Esperanza Aguirre.
"Hubo muchísima suerte, cada paso era crítico", dice Manuel Bautista
"Cuando Armstrong puso el pie en la Luna no pensé que íbamos a estar aquí celebrándolo 40 años después", apunta Luis Ruiz de Gopegui, entonces director de la estación. A Bautista le llama la atención que precisamente 40 años después no se haya vuelto a poner el pie allí. "Pero sí, se acabará volviendo", dice.
Larry Haug, con 30 años entonces, era el jefe de computadoras. "Teníamos unos ordenadores muy buenos, los mejores que había", dice. "Cuando llegaron a la Luna yo estaba trabajando, muy acelerado, emocionado, y pensé '¡Lo hemos logrado!"
Aaron Dutton trabajó siete años en Fresnedillas y ayer reconocía que "España es muy diferente ahora", que él recuerda la Guardia Civil con los tricornios... Se ocupaba de ordenadores y de operaciones de seguimiento y estaba convencido, dice, de que se iba a lograr el alunizaje. Su colega Leny Parker sabía que estaban haciendo historia en aquel momento. Todos tenían entonces en torno a los 30 o los 40 años.
Los españoles de Fresnedillas y las demás estaciones fueron fichados por su cualificación técnica o de ingeniería, recuerda Bautista, pero lo más difícil era encontrar a gente que, además, hablara inglés. Ayer recordó los hitos que cumplieron, incluidas las comunicaciones con el Apollo 11 en el momento crucial del alunizaje. Pero también comentó que hubo muchísima suerte, que cada paso era crítico en aquella misión y que "con los estándares de seguridad de entonces hoy no se habría lanzado la nave".
El representante de la NASA desplazado para la ocasión, Philip Liebritch, destacó que el trabajo de las estaciones fue una contribución de primer orden para el logro lunar, "un legado para las siguientes generaciones". Andrés Ripoll, otro de los españoles del Apollo, dijo, en vídeo: "Estuvimos en el momento justo en el momento adecuado".
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