Semana de gloria de Love of Lesbian
El grupo catalán más emergente del pop 'indie' llena cuatro días la sala Joy Eslava - El líder, Santi Balmes, cuenta cómo será su toma de la ciudad
Desde hoy miércoles y hasta el sábado, el grupo más emergente del pop independiente español, Love of Lesbian, toma la sala Joy Eslava. Es un caso bastante infrecuente este de que una banda llene cuatro días seguidos un local con solera. Serán unas 4.000 personas. ¿Cómo pasará su semana de gloria en Madrid el grupo catalán? Lo cuenta su cantante, guitarrista y líder, Santi Balmes, catalán de 39 años.
- Tocando para dos chicas. "La primera vez que actuamos en Madrid nos fueron a ver dos personas. Sería en 1999 en la Sala Maravillas . Llegamos a Madrid con un par de buenas críticas en medios indie y creíamos que nos íbamos a comer el mundo. Fuimos a un programa de radio por la mañana y vinieron dos chicas. Pensamos: 'Si vienen a la entrevista dos, seguro que por la noche estará lleno'. Pues no. Solo acudieron esas dos mismas chicas, y se fueron a mitad del concierto. Imagino que pensaron que no éramos tan guays como ellas creían".
"El público de Madrid es afable y acepta lo que vale la pena sin prejuicios"
"No salgo las noches de concierto, mi obsesión es dormir y estar bien"
"Estamos desbordados, hay gente que ha venido a vernos 29 veces"
"Ahora las compañías grandes nos quieren fichar, pero desconfiamos"
- El 'indie' ha muerto, Santi. "Me acuerdo que después de aquel fracaso del primer concierto estábamos tan hechos polvo que ni dormimos en Madrid. Nos fuimos después del concierto en las furgos, y dormimos dentro de los coches, en una gasolinera de Zaragoza. Al año siguiente volvimos a El Sol, y esta vez fueron tres personas. Alguien de una discográfica se me acercó y me dijo: 'El indie ha muerto, Santi, el indie ha muerto'. Pero años después, de la noche a la mañana, llenamos la sala Heineken".
- Catalán de pura cepa enamorado de Madrid. "Tenemos una actitud extrovertida que pega mucho con Madrid. Y lo dice un catalán de pura cepa. El público de Barcelona es más crítico, le gusta sacar la punta a las cosas, es más afrancesado. Es como ir a ver al Barça: el espectáculo está en el campo, no en la grada, como en otras partes de España".
- Los ronquidos del calvo. "¿Por qué cuatro conciertos en Joy Eslava? Empezamos por uno y la cosa se fue desmadrando. Podíamos haber hecho La Riviera, pero me da la sensación de que en sitios tan grandes hay gente de las últimas filas que se desconecta del concierto. La Joy es perfecta, con 900 personas. Dormiremos en un hotel cercano a la sala, pequeño pero moderno. Podíamos haber alquilado una casa por una semana para todos, pero estoy cansado de oír los ronquidos del calvo. Un día lo voy a asfixiar".
- Bajada de pantalones. "Nuestras parejas vendrán a Madrid para el último concierto, el del sábado. Yo tengo dos niñas, de seis y cinco años, pero de momento no las llevo a los conciertos. Las llevé a uno en el que se me ocurrió bajarme los pantalones, así que estuve viendo como ellas me imitaban ese gesto durante algunas semanas. He aprendido la lección: por ahora, nada de conciertos a las niñas".
- Vida de monje. "Me he autoimpuesto no salir las noches de los conciertos y menos en esta serie de cuatro en Madrid. Mi obsesión es dormir. Hay que estar al día siguiente bien; si salgo, sobre todo la voz sufre mucho. Al principio salíamos, nos pillábamos una castaña y no puede ser. Así que voy a ser bastante monje. Eso sí, el último día, el sábado, montaremos una fiesta pinchando en el Ocho y Medio".
- Siempre Antonio Vega. "Madrid me tranquiliza mucho más que Barcelona, a pesar de la cantidad de gente que hay. La gente acepta las cosas que valen la pena sin prejuicios. En mi ciudad se es más formal: hay que ser vanguardista por narices. Y Madrid es afable, puedes charlar con un camarero sin conocerle. Sin embargo, en Barcelona la gente desconfía. Cuando pienso en Madrid me viene Antonio Vega a la cabeza".
- Desconfianza hacia las discográficas. "Estamos desbordados. Nunca pensamos que una gira podía durar dos años. Ha habido gente que nos ha venido a ver 29 veces. En serio. Un seguidor nos dijo que había repetido curso por nuestra culpa. Hemos trascendido el ámbito del indie. Se puede hablar de nosotros como un grupo de pop... con personalidad. Ahora las compañías grandes nos quieren fichar, pero desconfiamos de ellas. De momento, no escuchamos ofertas. Ya veremos más tarde...".
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