Peor que ellos, pero mejor que las demás
Seis de cada 10 mujeres tienen empleo en Madrid, una media superior a la de la Unión Europea
Sensación agridulce en el Día Internacional de las Mujeres que se celebra hoy. La Comunidad de Madrid puede jactarse de haber superado los objetivos marcados por la Unión Europea para este año: seis de cada 10 mujeres que quieren y están en disposición de hacerlo, trabajan (60,4%). Es el porcentaje más alto de España, que con un 53,3% de media se queda casi a siete puntos de las pretensiones europeas (el objetivo de la UE era alcanzar una tasa de empleo femenino del 60% en 2010, pero está en el 58,7%).
No obstante, la desventaja respecto al sexo masculino, que rebasa ampliamente el 70% de población activa ocupada, se mantiene a pesar de la destrucción masiva de puestos de trabajo que asoló el año pasado al sector de la construcción, donde la presencia de la mujer es mínima. Ésta es una de las razones por las que la región tiene el mercado de trabajo más paritario de España: de cada 100 empleados en Madrid, 46 son mujeres. "No es una mala cifra, pero la igualdad en el trabajo no puede depender de que estemos en crisis", plantea Nuria Manzano, portavoz de Igualdad de UGT.
Existen otros motivos por los que el mercado madrileño se acerca a la paridad más rápidamente que el del resto de las comunidades. Las mujeres ocupan más puestos que los hombres en el sector servicios (dominante en Madrid), pero la diferencia se hace más patente en las administraciones públicas. En los dos últimos años han aumentado su plantilla, ya con más mujeres que hombres, y en ellas se ha reforzado aún más la presencia femenina, según se desprende de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
A finales de 2009, la población activa (quienes están en edad y disposición de trabajar) de la región la formaban 1.850.500 hombres y 1.550.000 mujeres y el número de licenciadas era ligeramente superior al de licenciados.La cifra de desempleadas sigue siendo algo mayor que la de desempleados. No obstante, la tasa madrileña de paro femenino (14,8%) es cuatro puntos inferior a la media nacional (19,2%) y la mitad que la de Andalucía y Extremadura.
Una de las asignaturas pendientes del empleo femenino es la presencia masiva de jornadas parciales: en 2009, más del 20% de los contratos que firmaron las mujeres en la Comunidad de Madrid fue a tiempo parcial. Sólo el 5% de los hombres suscribió este tipo de pactos (el trabajo a tiempo parcial suele ser más una obligación que un deseo). Teresa Bardisa, profesora de la Universidad Nacional a Distancia y especialista en educación y trabajo de la mujer opina que la mayor injusticia del mercado laboral femenino es la conciencia social de que la mujer debe sacrificar su carrera profesional a favor de los asuntos domésticos. "Es una carga no compartida. Cuidar a los niños, o a los padres, condena a muchas trabajadoras a la jornada parcial", asegura. Lo mismo ocurre con la jornada reducida, una opción a la que recurren muchas mujeres y muy pocos varones.
La especialista apunta a la "pésima" aplicación de la Ley de Dependencia en la Comunidad de Madrid como uno de los problemas básicos para el trabajo femenino. "Con la jornada reducida y el trabajo a tiempo parcial, las mujeres pierden la opción de aspirar a puestos más elevados", apunta Bardisa. Este hecho incide en la brecha salarial, un mal endémico del mercado laboral que tiene su claro reflejo en Madrid: según el último estudio llevado a cabo por el Instituto Nacional de Estadística, el salario medio anual de las mujeres en 2008 fue el 71% del de los hombres.
Marta (nombre ficticio porque pide no revelar el suyo) es arquitecta, tiene 33 años y lleva cinco de ejercicio en un estudio de Madrid. Aún no ha tenido una revisión salarial. "Un compañero de trabajo entró hace apenas unos meses y ya cobra considerablemente más", explica. "El 80% del estudio somos mujeres, y todas sin excepción continuamos en la categoría más baja, aunque hagamos el mismo trabajo que ellos y nos tengamos que quedar hasta las tres de la madrugada cuando hay que presentar un proyecto a concurso", relata.
La dificultad de las mujeres para acceder a puestos de responsabilidad adquiere cotas preocupantes en la Comunidad: el techo de cristal parece de cemento. Un estudio reciente de CC OO realizado en el sector sanitario señala que sólo un 46% de las mujeres ocupa cargos de responsabilidad, una cifra que no invita al optimismo si se tiene en cuenta que son el 75% de las plantillas sanitarias madrileñas. Con todo es una proporción muy superior a lo habitual. En otros sectores, como el empresarial, la situación es mucho peor.
La profesora Bardisa considera que el problema está en la raíz: "La mayoría de los empleadores son hombres y empatizan menos con las circunstancias de las mujeres". Un director de recursos humanos que pide guardar el anonimato trabaja en la sede madrileña de una entidad financiera. Reconoce, sin vacilar, que "ante dos personas de distinto sexo igual de preparadas, si ella está en edad de procrear, lo tiene más difícil para acceder a un puesto de decisión". Este responsable de personal asegura que las bajas por maternidad son una rémora a la hora de aspirar a este tipo de cargos. Asegura que en los dos ERE que ha llevado a cabo en el último año, se ha visto en la tesitura de tener que "prescindir de personal eficiente porque es ilegal despedir a una empleada inmersa en una baja de maternidad o con jornada reducida".
Cree que los beneficios que se conceden a las empresas para fomentar la contratación de mujeres no compensan esta situación. Conductas e ideas así castigan a la mujer en el mercado laboral.
Beatriz Galiano, responsable en Izquierda Unida del área de Mujer, contempla la discriminación positiva como la herramienta clave para acabar con este desequilibrio. "¿Por qué hay muchas menos mujeres en puestos de responsabilidad? O el sexo femenino es más tonto, que no es el caso, o existe un problema de estructura. Habría que aplicar medidas de corrección".
El sindicato UGT reprueba el tijeretazo que la Comunidad ha dado al presupuesto para políticas de igualdad: este año cuenta con cinco millones de euros menos, 21 en total. CC OO, por su parte, denuncia que la Comunidad no ha realizado ningún plan de igualdad desde que caducó el anterior, de 2005. En la consejería aseguran que hay uno en trámite, pero que en cualquier caso priorizan "políticas efectivas", y consideran que "están haciendo mucho por la igualdad en el trabajo".
Galiano discrepa: "Las políticas de formación y creación de empleo no valen de nada si no van acompañadas de otras que liberen de responsabilidad a los padres, como las guarderías públicas", aclara.
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