Madrid renuncia a endeudarse más
La autonomía que mejor cumple los objetivos de déficit, fijados por el ministerio, ha tomado la decisión política de no aumentar el gasto para no subir impuestos
Pese a que es la única autonomía que cuenta ya con autorización automática para aumentar su deuda en 2011, la Comunidad de Madrid ha decidido renunciar a hacerlo. Tras haber cumplido los requisitos impuestos por el Ministerio de Economía y Hacienda para alcanzar el objetivo de estabilidad -para poder refinanciar los créditos que vencerán este mismo año y para poder aumentar su nivel de deuda- el Gobierno regional ha tomado la decisión política de no endeudarse más de lo que ya preveían sus cuentas para 2011: unos 1.400 millones de euros.
"No vamos a gastar más, para que haya el mínimo déficit posible", defiende el consejero de Hacienda, Antonio Beteta, que puede sacar pecho de que la Comunidad de Madrid es la alumna aventajada entre las 17 autonomías de la contención del gasto en las cuentas públicas.
El déficit sería aún mayor sin la concesión de obras para carreteras
"Las medidas fiscales solo benefician a unos pocos", dice Piñedo
Madrid lleva tres años apretándose el cinturón, presentando presupuestos cada vez más restrictivos, y que se ajustan al tope del 0,75% del PIB marcado por el Ministerio para permitir el endeudamiento, lo que la convierte en la única comunidad que no necesitará un plan de saneamiento. Pero eso ha provocado que en los últimos cuatro años se hayan reducido drásticamente las inversiones en el presupuesto: en 2010 se destinaron a ellas 857 millones de euros, la mitad de la cifra que se manejaba en 2007, 1.666 millones, según la ejecución de las cuentas regionales.
"No es cómodo", admite el consejero, que reconoce que esta fórmula impide atender a algunos sectores demandados por la sociedad. "Pero para controlar el déficit solo se puede hacer una cosa: dejar de hacer", afirma. Esta forma de gestionar le ha permitido, por ejemplo, ser una de las nueve comunidades que ha negociado con los bancos para aplazar el pago de unos 800 millones de euros a los que debía hacer frente este año. "Hay cosas que no se hacen, sectores que no puedes atender, pero tienes el objetivo de servir al conjunto de la sociedad", asegura Beteta.
Además, sostiene que no se ha dejado de invertir. "Hemos pivotado las actuaciones a áreas esenciales, como la sanidad, la educación o los servicios sociales", defiende.
La renuncia a endeudarse más tiene que ver también con la filosofía del Gobierno regional de Esperanza Aguirre de no subir los impuestos y que forma parte de su modelo liberal, como reconoce el consejero del ramo. Si se aumentara la deuda de 2011 (que está situada en el 0,70% y podría llegar al 1,3%), Madrid se vería obligada a presentar un plan de saneamiento. "Y en ellos se pide subir los impuestos y no podemos arriesgarnos a hacerlo", explica Beteta, que defiende que el dinero debe estar en manos de los ciudadanos para dar vitalidad a la economía.
Pero, si se subieran los impuestos, los ingresos del Gobierno regional aumentarían. En 2011 las rebajas fiscales que corresponden a las competencias autonómicas (deducciones del IRPF y bajada de la tarifa autonómica y la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones para parientes de primer y segundo grado) ascienden a 3.110 millones de euros.
"Esas medidas beneficiaron en 2009 a 70.849 madrileños", explica el diputado socialista Adolfo Piñedo, con datos aportados por el Gobierno regional en una pregunta parlamentaria. "Si se compara con los más de tres millones de declaraciones de IRPF, resulta que los beneficiarios de 2009 apenas superan el 2% de los contribuyentes del IRPF", continúa. Él calcula que los beneficios fiscales de ese año supusieron un ahorro per cápita de unos 23.500 euros. Es decir, "las medidas fiscales afectan a un número muy pequeño de contribuyentes y, sin embargo, el ahorro fiscal es muy importante para cada uno de ellos".
Por otro lado, Piñedo defiende que el modelo madrileño no podría sostenerse sin la aportación del Gobierno central y asegura que los presupuestos del Estado han destinado entre 2005 y 2011 unos 18.500 millones en inversiones para Madrid. La tesis oficial del Ejecutivo regional es que José Luis Rodríguez Zapatero no ha destinado "un solo euro" a obra nueva en la región.
El consejero de Hacienda sostiene que "la Comunidad de Madrid demuestra que en época de crisis, el modelo del PP es el que funciona". Pese a que con 12.583 millones de euros Madrid es la tercera autonomía con mayor nivel de déficit en valores absolutos, solo por detrás de Cataluña y Valencia (en el tercer trimestre de 2010), Beteta alardea de que, "en todo el periodo Aguirre", apenas ha habido una décima de diferencia en porcentaje de deuda respecto al PIB. La deuda madrileña habría crecido unos 4.000 millones de euros, desde que Aguirre llegó a la presidencia en 2003, según el Banco de España.
Pero el déficit sería aún mayor sin el recurso al que ha acudido una y otra vez la Comunidad de Madrid: la concesión de obras para los nuevos hospitales, las carreteras o el metro. Son empresas privadas las que hacen frente al gasto, a cambio del mantenimiento y explotación de los servicios. Los cálculos del grupo socialista señalan que se han desplazado al sector privado inversiones de más de 4.000 millones, que supondrían una "deuda oculta", que no computa, pero, según Piñedo, con "un coste muy superior al de la deuda ordinaria".
En este debate de qué es mejor para Madrid, lo que favorece al Gobierno regional es que en otras comunidades están peor.
Lo que haría el PSOE
La radical oposición al aumento del déficit que defiende el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, es la misma que mantuvieron los Gobiernos de José María Aznar y que contempla el programa electoral del PP con Mariano Rajoy. Frente a ella, los socialistas madrileños prefieren un modelo de "déficit moderado". El diputado socialista Adolfo Piñedo recuerda que, en caso de ganar las próximas elecciones autonómicas, el PSM impondría una manera de actuar en el que el déficit pudiera utilizarse "como herramienta para circunstancias muy determinadas y con moderación". Y zanja: "no creemos que sea condenable, como dice el PP de cara a la galería, para luego utilizarlo".
La tesis de los socialistas madrileños es que "conviene endeudarse para hacer inversiones productivas que puedan generar crecimiento, porque eso ayuda luego a pagarlo". En cuanto a la privatización de servicios, Piñedo defiende también la moderación. "La puedes aceptar porque reduce costes, pero lo que es un disparate es la gestión del Gobierno regional, que ha permitido que algunos servicios resulten más caros cuando se han privatizado que cuando los costeaba la Comunidad de Madrid".
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