Un Gómez conciliador le hace hueco a Simancas

Dos delegados del cónclave socialista se repanchingaban ayer por la tarde tranquilamente en un sofá en los pasillos. "Somos los más tranquilos del congreso", bromeaban. Ambos sabían ya que tenían cargo, quedaba por decidir cuál. Otros delegados, nerviosos, preguntaban a los periodistas si tenían noticias.

Pero el secreto lo guardaba la cabeza del secretario general, Tomás Gómez, que hasta bien avanzada la noche estuvo ajustando la que, cuando sea votada hoy, será su nueva Ejecutiva.

Las mujeres desempeñarán las tareas de mayor responsabilidad

La mayoría de los nombres clave se habían revelado durante las semanas anteriores, pero quedaba por organizar las responsabilidades y el organigrama, así como elegir los miembros del Comité Federal, que representan a Madrid en Ferraz. Con un gesto conciliador, Gómez ofreció a Rafael Simancas, ex secretario general, ser uno de estos representantes, según fuentes socialistas. Esto templará los ánimos de los denominados simanquistas, los más críticos con la gestión de Gómez. También estará el diputado Adolfo Navarro, uno de los líderes del grupo que propició el cambio.

La principal novedad en la Comisión Ejecutiva Regional es el aumento de miembros, que pasan de 25 a 40, y la división de la antigua área de Política Institucional en tres: Madrid capital, Grandes Municipios y Pequeños Municipios. El fin de Gómez es diferenciar el trabajo con las localidades, por sus distintas necesidades.

Con una firme apuesta por la presencia de mujeres, el secretario general pone en manos femeninas las responsabilidades más importantes. La presidencia del partido la mantiene la diputada nacional Delia Blanco, una persona de la máxima confianza de Gómez, al igual que Maru Menéndez, la portavoz en la Asamblea, que seguirá en Política Autonómica. Trinidad Rollán, ex alcaldesa de Torrejón, se hace cargo del área de Organización. Con ellas, la diputada Rosa Alcalá podría ocuparse de Administración. Como novedades en la ejecutiva, al cierre de esta edición, entraban seguro los concejales Pedro Sánchez y Noelia Martínez.

Pero en el congreso no sólo se decidieron nombres. También hubo lugar para el debate de las enmiendas a la ponencia que constituirá el programa. Parecía que la discusión más fuerte iba a estar en las áreas de Sanidad y Educación. Al final en la primera se optó por admitir un cambio para que los socialistas madrileños den prioridad a la gestión directa de los servicios sanitarios. En materia educativa, el documento final también apuesta por la enseñanza pública, aunque sin beligerancia con los centros concertados. Y, por primera vez, una federación ha creado una comisión sectorial dedicada a la Igualdad.

La nota discordante la pusieron las Juventudes Socialistas, que tuvieron lección de política. Durante el debate de la ponencia de los Estatutos se aprobó una enmienda de la agrupación de San Martín de Valdeiglesias que reduce su representación en el comité ejecutivo regional del 5% al 0,8%. De 27 a 5 miembros. Los jóvenes escenificaron su desacuerdo rompiendo documentos, tras manifestar su oposición a la decisión.

Lo que ha hecho la federación es estandarizar el modelo mayoritario. Sólo Valencia y Madrid daban tanto peso a las Juventudes, a las que se equiparaba a una agrupación. No significa que los jóvenes tengan menos presencia, porque como los miembros de UGT, pueden participar a través de sus agrupaciones. "Lo importante no es el número de delegados", se resignaba el secretario general de Juventudes, Daniel Ménde. Y añadió: "Apoyamos el proyecto".