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Columna
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Garzón se escribe con ge de Gürtel

"Hoy es uno de esos días en los que da vergüenza ser español", dice Juan Urbano, entregado a la solemnidad y el fatalismo mientras remueve, con cara de póquer y una mano aburrida, su café negro y amargo, muy lentamente, como si le diera vueltas a una toga líquida dentro de la taza, una de esas que llevan los jueces que quieren tapar la trama Gürtel a cualquier precio, y por eso sientan en el banquillo a Garzón, a quien deben de considerar algo así como el chivato que fue a denunciar a los matones del colegio ante el director. Esta mañana, cuando esa gente se haya sentado en su sillón de la Audiencia Nacional y haya leído el periódico, habrá visto lo que había debajo de la alfombra y sabrá que la Comunidad de Madrid firmó casi cuatrocientos contratos con las empresas de Francisco Correa, principal implicado en el caso; y que, de ellas, casi un tercio son irregulares, porque vulneran todas las normas de contratación; y que eso consumió 3.189.565 euros de dinero público, de los cuales 1.154.606 son ilegales; y que para llenarle los bolsillos y taparle la boca a sus compinches, hacían cosas como encargarle a dos empresas de la banda la organización del mismo acto, por ejemplo la colocación de la primera piedra en el Parque Logístico Inditex, y a una pagarle 9.190 euros por su celebración y a la otra 11. 600 por su anulación... Y al acabar de leer todo eso, se les habrá abierto en la cara una sonrisa talla XXL y habrán dicho: "Buen trabajo". Tienen razón: no hay mejor manera de dejar escapar a los ladrones con los que te vas a repartir el botín, que metiendo en la cárcel a los policías que los persiguen. O sea, presuntamente, y todo eso.

La casa de la democracia tiene demasiadas puertas traseras cuyas llaves están en las peores manos

"Y lo peor de todo", dice Juan Urbano, "es que están usando la investigación de los crímenes de la dictadura que quería hacer su compañero y por lo tanto enemigo Baltasar Garzón como tapadera, lo cual es un insulto a todas las víctimas, que han convertido en simples maniquíes, a los que pueden vestir y desvestir a su gusto". La verdad es que visto de esa manera, da miedo, porque si pegas la oreja a los muros de la Asamblea o a los de la Audiencia, oyes las carcajadas de los que tararean que el fin justifica los medios y se ríen de la Historia, de la política y de cualquier cosa que se les ponga debajo del mazo de magistrado o del bolígrafo de presidente, diputado o alcalde; y si miras por encima de los delitos cometidos en Madrid, Boadilla, Arganda, Majadahonda y Pozuelo, ves un descampado sobre el que llueve agua envenenada y en el que la casa de la democracia tiene demasiadas puertas traseras cuyas llaves, por añadidura, están en las peores manos posibles. ¿Así funciona todo en nuestro país? ¿Todos los discursos son montones de papeles detrás de los cuales se esconde la verdadera batalla política, ésa que no consiste en meter votos sino en sacar billetes? ¿Todos los debates no son más que cortinas de humo?

La duda no siempre ofende, pero siempre hace daño, y este tipo de cosas ponen manchas en el traje que, tal vez, no haya tintorería capaz de borrar. Sobre todo si al encargado de limpiarlas se le echa de la tienda. Madrid y dinero sucio son tres palabras que están demasiado mezcladas desde hace demasiado tiempo. Ahora se trata de saber qué significa Gürtel en español, porque, según lo que ocurra, significará "justicia" o "significará" impunidad.

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