Encerrados por la enseñanza pública

La clase tenía el aforo más que completo. Cerca de 100 personas escuchaban con atención las explicaciones de tres profesores de instituto. En el aula se mezclaban carritos de bebés con señores con camisas a cuadros y jóvenes de pelo teñido sentados sobre las mesas de la última fila. Así era ayer el Instituto de Enseñanza Secundaria Madrid Sur, después del horario lectivo y tras un par de horas de concierto improvisado en el patio. Padres, alumnos, profesores y representantes sindicales se reunieron para "defender la escuela pública". Como ellos, cerca de 35 centros en toda la Comunidad -tres de ellos en la capital-, según los convocantes, se sumaron ayer a la jornada de protesta. Algunos, como el Madrid Sur, con abundantes provisiones para pasar la noche.

"Se ha notado el descenso de becas para material", dicen los docentes

En el colegio Madrid Sur se compartía una mezcla de desánimo y ganas de movilizarse

"En el barrio faltan centros públicos y los que hay no tienen suficiente profesorado", denuncia Federico Martínez, miembro de la Plataforma por la Escuela Pública de Vallecas, que abarca los distritos de Puente y Villa de Vallecas. Martínez explica la situación de la zona, con elevada población inmigrante y de etnia gitana. Opina que la concentración de los colectivos con dificultades en los centro públicos requeriría un mayor apoyo de personal con el que no cuentan. Y que sería aconsejable poder desdoblar las clases, que están al límite de alumnos. Aún así, está contento con el centro al que acuden sus hijos, un colegio muy participativo, como sin duda podía sentirse ayer.

"Invertir con el mismo criterio en zonas tan dispares es perpetuar la desigualdad", sentenciaba un profesor mientras enseñaba los porcentajes de fracaso escolar de la zona, bastante más elevados que la media. Lo mismo opina Lali Vaquero, responsable de la secretaría de Educación de Izquierda Unida en Madrid, que hizo una visita improvisada a los encerrados, acompañada de la portavoz del grupo en la Asamblea, Inés Sabanés. "Vamos a presentar una interpelación próximamente sobre fracaso escolar", anunció, "porque eso demuestra que el sistema está fallando". "Estos encierros son una forma de llamar la atención ante el fracaso que ha tenido la huelga entre el profesorado", opinaba el viceconsejero de Educación de la Comunidad, Jesús Valverde. "No se está reduciendo la inversión en enseñanza pública ni se están bajando las ayudas", negó tajante y aportó datos del crecimiento de beneficiarios de las becas.

Los que asistieron a las asambleas ayer no tenían la misma impresión. "Se ha notado el descenso de becas para material este año", contaban los profesores. Y arrancaban aplausos al público cuando hablaban de que en los nuevos barrios se construyen más centros concertados que públicos. "Si hay más demanda de colegios públicos, los aumentamos" explicaba el viceconsejero. Y viceversa. "Ahora hay más demanda de concertados", añadía, pero "la creación de centros es bastante equilibrada".

En los pasillos del Madrid Sur se compartía una mezcla de desánimo y ganas de movilizarse. Se hablaba de la manifestación que habrá el jueves, se preparaban pancartas, se buscaban propuestas. El mismo espíritu que se vivió en distintos centros de la región. "Se están cediendo parcelas públicas para escuelas privadas", se lamentó Pablo Toledo, sindicalista de la zona norte reunido en un centro también con profesores y padres. "En las escuelas infantiles se está valorando más el proyecto económico que el pedagógico", apuntó Fernando Moranchel, sindicalista de la zona este, desde el colegio Dulce Chacón de Rivas, donde, pasadas las diez de la noche, seguían de encierro. "Yo tengo el saco", comentaban algunos en el Madrid Sur, "seguramente me quede a dormir".