La violencia empaña el desafío a Evo Morales de otras dos regiones
Las provincias bolivianas de Beni y Pando aprueban estatutos de autonomía
Al menos una persona murió ayer y varias resultaron heridas en diferentes choques entre partidarios del presidente Evo Morales y defensores de las autonomías regionales, en las horas previas a la celebración de dos nuevos referendos de autonomía que desafían al proyecto indigenista para Bolivia que lidera el mandatario. Los disturbios son el corolario a 15 días de escaramuzas entre ambos bandos donde han abundado la quema de material, los bloqueos y las agresiones de carácter racista. Representantes de la ONU en la zona han advertido del peligro de generalización de los choques armados.
Las regiones de Beni y Pando (al oeste y noroeste del país, respectivamente) siguieron ayer, según los primeros sondeos, la senda marcada por el rico departamento de Santa Cruz el pasado mayo, y ratificaron sendos estatutos de autonomía incompatibles con la nueva Constitución boliviana impulsada por Morales, que todavía debe ser refrendada en consulta popular.
Mientras los gobernadores de las dos regiones que ayer votaron, Ernesto Suárez por Beni y Leopoldo Fernández por Pando, exigieron al presidente boliviano "que no sea miope" y acepte las autonomías, Morales les contestó desde Oruro que el verdadero problema es que no quieren "que les gobierne un indio". El Gobierno de La Paz destacó la baja participación en ambas consultas.
La votación de ayer vino precedida de jornadas de gran tensión, con amenazas cruzadas entre grupos organizados del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y de la Juventud Cruceña, fuerza de choque del movimiento autonomista que anunció que se desplazaría hasta la zona de la votación para "garantizar la seguridad". En diversas localidades de Beni y Pando, partidarios de Morales quemaron ayer urnas -son cajas de cartón- y papeletas. También bloquearon algunas carreteras para dificultar el sufragio. Leopoldo Fernández denunció que al menos en tres municipios de Pando no se había podido votar por las "canalladas" cometidas por partidarios del MAS apoyados por la policía.
La localidad de Filadelfia, en Pando, fue escenario de los peores choques, que hasta la hora de la apertura de las urnas ya se habían cobrado tres heridos, dos de ellos de gravedad y todos ellos pertenecientes al MAS. El muerto se produjo en Trinidad, capital de Beni, cuando un militante del MAS fue abatido con ocho disparos de pistola.
El próximo 22 de junio está previsto que Tarija -estratégico departamento con grandes reservas de hidrocarburos- siga el mismo camino, apruebe su estatuto de autonomía y coloque al país al borde de una ruptura de facto. El Gobierno de La Paz ha calificado estas convocatorias de ilegales, tanto por la falta de competencia legal de las regiones para llamar a un referéndum como por la manera en que han sido elaborados los textos autonómicos, dado que no se han elegido parlamentos regionales encargados de ello.
Las miradas se dirigen ahora al departamento de Chuquisaca, que alberga la capital constitucional, Sucre, que aunque no tiene previsto celebrar una votación de este tipo, ha sido escenario de durísimos enfrentamientos entre ambos bandos y donde la semana pasada se produjeron vejaciones públicas contra indígenas partidarios de Morales. Con Chuquisaca en la oposición, Morales apenas tendría el apoyo geográfico del altiplano boliviano, donde la población indígena es mayoría.
Las dos provincias que ayer celebraron las votaciones tienen niveles de pobreza que rondan el 73% y viven principalmente de la ganadería y la industria forestal, a diferencia de Santa Cruz y Tarija, que disfrutan de la renta per cápita más alta del país. En el texto sometido a consulta en Beni se establece que el gobernador tendrá competencias para distribuir tierras, una de las cuestiones sobre las que giran todas las reformas institucionales propuestas en Bolivia.
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