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Catástrofes en Asia

Un terremoto seguido por 'tsunamis' causa más de 100 muertos en Samoa

La población se refugia en lugares elevados ante la amenaza de maremotos

Yolanda Monge

Más de cien personas han perdido la vida y decenas están heridas tras el terremoto seguido por varios tsunamis que el pasado martes golpeó las islas del Pacífico Sur de Samoa Occidental y Samoa Americana. Cientos de poblados están arrasados y ayer proseguía la búsqueda de cuerpos desaparecidos y enterrados bajo la arena, lo que hace suponer que el número de víctimas será mucho mayor. Sólo 24 horas después de que esta catástrofe sucediera, otro potente terremoto sacudía Indonesia en la isla de Sumatra.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró "catastrófica" la zona de Samoa Americana y envió a la Guardia Nacional y a la agencia federal encargada de las emergencias (la FEMA, conocida por su ineficacia durante el huracán Katrina en 2005). Tras las palabras de Obama, la Casa Blanca ordenaba el envío de ayuda federal para facilitar las tareas de búsqueda de cuerpos y un avión militar C-130 desde Honolulu (Hawai) hacia las diminutas islas situadas en el Pacífico Sur.

Cientos de poblados están arrasados y se busca a cientos de desaparecidos
Olas de hasta seis metros de altura se adentraron 800 metros en la costa
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Cuatro olas de entre cuatro y seis metros de altura se adentraron hasta 800 metros en las costas de la Samoa Americana unos 15 minutos después de que se produjera el terremoto, de ocho grados en la escala de Richter. Las calles de la capital, Pago Pago, quedaron cubiertas de escombros, barro, coches volcados y embarcaciones escupidas por el mar.

Algunas áreas de la ciudad no tendrán electricidad durante al menos un mes. La principal industria de la isla -las conservas de pescado- estaba completamente paralizada ayer a pesar de que las instalaciones de la fábrica no habían sido dañadas.

"No creo que haya una sola familia que vaya a quedar al margen de este desastre", dijo a la agencia Associated Press el Gobernador de Samoa Americana, Togiola Tulafono, quien se encontraba en Hawai de visita de trabajo. La Samoa que pertenece a Estados Unidos tiene 65.000 habitantes. La Samoa independiente tiene 217.000. Tulafono declaró que uno de los muertos formaba parte de su numerosa familia. En Apia, la capital de Samoa Occidental, el escenario no era mejor. Las calles estaban desiertas y los colegios y todos los comercios cerrados. Poco después de que se produjera el maremoto, las sirenas de alerta volvieron a sonar y se desató el pánico entre la población, que corrió a refugiarse en lugares elevados. Pero no hubo un nuevo seísmo ni un nuevo tsunami.

El Servicio Geológico de Estados Unidos, que vigila la actividad sísmica mundial, indicó que el terremoto se produjo a las 6.48 hora local (las 19.48, hora peninsular española del martes), a una profundidad de 18 kilómetros bajo el lecho marino, a unos 200 kilómetros al sur de Apia y otros 200 al suroeste de Pago Pago.

Ni el seísmo ni el tsunami que causó estragos en las islas Samoa llegaron a afectar a Hawai, aunque las autoridades tomaron medidas contra posibles inundaciones devastadoras. Tanto Hawai como gran parte del resto del Pacífico estuvieron bajo advertencias de maremoto a lo largo del martes. A pesar de que no había nuevas amenazas, el alcalde de Honolulu, Mufi Hannemann, pidió la colaboración de los residentes y visitantes para que se mantuvieran "fuera del agua y alejados de las playas". "Estas medidas de precaución están siendo puestas en práctica como seguridad y para mantener a todo el mundo a salvo", señaló.

El alcalde quiso agregar una nota personal: "Mis pensamientos están con mis amigos y mi familia en Samoa", dijo Hannemann. "Sé que muchos de nosotros tenemos familiares y buenos amigos en las áreas afectadas, y sólo nos queda rezar para que estén a salvo".

Daños causados por un <i>tsunami</i> en un edificio en Pago Pago, capital de la Samoa Americana.
Daños causados por un tsunami en un edificio en Pago Pago, capital de la Samoa Americana.AFP

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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