Los soldados de la zona oriental retiran su apoyo a Gadafi
"El pueblo y el Ejército trabaja codo con codo aquí", según ha explicado el ex comandante Hany Saad Marjaa sobre la situación que se vive en la ciudad de Tobruk
Los residentes de la ciudad oriental de Tobruk han asegurado que la ciudad estaba en manos del pueblo y que así ha estado durante los tres últimos días, desde que comenzara la revuelta popular en Libia. Testigos de la revuelta hablaban del humo que se elevaba por encima de la ciudad, procedente de un depósito de municiones bombardeado por las tropas leales a uno de los hijos de Gadafi. Según sus testimonios, no fue una explosión casual.
"Todas la zona oriental están fuera del control de Gadafi; el pueblo y el Ejército trabaja codo con codo aquí", según ha explicado el ex comandante Hany Saad Marjaa al corresponsal de Reuters, uno de los primeros periodistas extranjeros que han entrado en Libia durante el levantamiento popular.
La frontera libia con Egipto está siendo controlado por el Ejército rebelde anti-Gadafi que da la bienvenida a los visitantes de Egipto. Uno sostenía una foto de Gadafi, al revés, y tachado con un eslogan que ponía: "El tirano carnicero, el asesino de los libios", según relata el periodista enviado de Reuters a su paso por la ciudad de Musaid, una zona cercana a la frontera libia.
Sin alianzas
Los ciudadanos de Tobruk han asegurado que trabajan juntas para volver a la normalidad. Rebeldes con cuchillos, palos y rifles de asalto han guardado y vigilado las calles. Hombres mostrando el signo de la victoria posaban y se hacían fotos con sus armas.
"Hay comida, las farmacias están abiertas, los hospitales están abiertos. Todo está abierto ", dijo Fayyez Hussein Mohamed, de 59 años, y agregó: "Todo el mundo ha extendido su mano para ayudar, jóvenes y viejos, hombres y mujeres. Un grupo de hombres con uniforme militar estaba en la carretera principal, dirigiendo el tráfico. Dijeron que ya no tenía ninguna lealtad a Gadafi. Alrededor de 200 personas se reunieron en la parte central de la ciudad gritando: "El pueblo desea que la caída del régimen "y "Abajo, abajo con Gadafi".
"Asustados de su propia sombra"
Un ciudadano de Al Bayda, la tercera ciudad más grande del país, describía a la agencia Reuters como las fuerzas armadas y los tanques mataban a 26 personas, incluyendo a su propio hermano. Los libios estaban hasta ahora " asustados de su propia sombra", aseguraba Marai Al Mahry, hermano del fallecido Ahmed Al Mahry.
"Esto es peor de lo que nadie pueda imaginar, es algo que ningún humano podría encarar. Nos bombardearon con aviones y nos están matando con tanques", prosigue Al Mahry, mientras solloza.
Mahry acusa al Ejército leal a Gadafi de matar indiscriminadamente en las calles de la costa este del país, en la zona de Bengasi. "Te disparan solo por ir andando por la calle". "Lo único que podemos hacer es no rendirnos, no volver atrás. Vamos a morir de todas formas, nos guste o no. Está claro que ellos no se preocupan si vivimos o no. Esto es un genocidio", asegura Mahry, de 42 años y que ha perdido a su hermano en los enfrentamientos.
Un testigo que había huido de la ciudad de Bengasi, ha asegurado a Reuters que por lo menos 2.000 personas habían sido asesinadas allí - una cifra que no ha podido ser corroborada de manera oficial pero que indica la magnitud de la destrucción a la que se ha visto la gente sometida en una semana de violencia.
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