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Segunda Cumbre de los BRIC

Las potencias emergentes piden un nuevo orden

Brasil, Rusia, China e India buscan más peso en las organizaciones mundiales

Soledad Gallego-Díaz

La Segunda Cumbre de los BRIC (Brasil, Rusia, China e India) se celebró ayer en Brasilia, acogida por el presidente Lula da Silva, uno de los impulsores de este grupo. La agenda se comprimió en un solo día, en lugar de los dos previstos, ya que el terremoto que sacudió China obligó al presidente Hu Jintao a adelantar su regreso. Estuvieron también presentes el ruso Dimitri Medvedev, y el primer ministro indio, Manmohan Singh.

Las cumbres de los BRIC suelen ser acontecimientos peculiares en los que no se toman decisiones. Y sin embargo, todo el mundo las observa con expectación, porque suponen el intercambio de ideas y análisis entre los máximos dirigentes de las cuatro grandes potencias emergentes (más de la mitad de la población mundial) y la existencia de un foro original, ajeno a los mecanismos internacionales tradicionales. La primera reunión se celebró en 2009 en Ekaterimburgo (Rusia) y la próxima tendrá lugar en China.

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Las diferencias entre los cuatro países son poderosas y algunos se preguntan si no terminarán por debilitar este foro, que no tiene secretariado permanente. Otros anuncian, por el contrario, su pronta institucionalización. "Es cierto que son países diferentes: dos (Brasil e India) son democracias y otros, (Rusia y China), no. Tres tienen armamento nuclear y uno (Brasil), no. Unos son más audaces (Brasil y Rusia) y otros (India y China), más cautelosos. Dos quieren una mayor liberación del comercio agrícola (Brasil y Rusia) y dos (China e India) quieren proteger su agricultura familiar", dice, desde su cátedra en Harvard, Roberto Mangabeira, que fue ministro de Lula y participó en la preparación de la primera cumbre. "Pero sería erróneo ocultar la importancia que tienen a la hora de debatir la construcción de un nuevo orden mundial".

"Rusia, India y China tienen ambiciones bien definidas para ocupar espacios crecientes en la economía y en la política internacional. Son proyectos nacionales que no se subordinan a fantasías tercermundistas", criticaba sin embargo, el influyente diario O Estado de São Paulo. "El proyecto chino incluye la conquista de los mercados de África y América Latina, desplazando también a Brasil".

Según un informe de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y Caribe), hecho público el martes, China desplazará a la UE y pisará los talones a EE UU como mercado de destino de las exportaciones latinoamericanas a mediados de la próxima década. La CEPAL prevé un comportamiento similar para las importaciones de la región: en el 2020, China puede superar a Estados Unidos y a la UE como proveedor de América Latina.

El poder que está adquiriendo China en América Latina quedó de relieve esta semana en el enfrentamiento protagonizado con Argentina. El Gobierno argentino, que había decidido limitar algunas importaciones de productos chinos, se encontró con la durísima reacción de Pekín, que bloqueó las importaciones de aceite de soja con un pretexto sanitario. Buenos Aires lleva días intentado solucionar el problema.

Al margen de las diferencias y del recelo que provocan los BRIC (y muy especialmente el papel de China), lo cierto es que el grupo ha seguido hablando de cuestiones fundamentales, como la posición del dólar como moneda internacional, la reforma de la ONU como sistema de seguridad mundial y sobre nuevas maneras de enfocar el comercio mundial. En Brasilia parece haberse incorporado un nuevo elemento de debate: el tema nuclear.

India, que apoyó el primer paquete de sanciones contra Irán, concede gran importancia a la posición que adopten sus colegas del BRIC. Brasil, en particular, exige más conversaciones con el régimen de Ahmadineyad. El segundo tema de importancia de la cumbre, según fuentes brasileñas, ha seguido siendo el orden monetario internacional. Los cuatro países han superado bien la crisis internacional (Rusia ha sido quizás el más afectado) y continúan defendiendo, a largo plazo, la sustitución del dólar como moneda de referencia mundial. Nadie espera decisiones relevantes, pero los cuatro países están discutiendo acuerdos bilaterales para permitirse compensaciones comerciales sin pasar por el dólar.

El presidente chino, Hu Jintao, y el brasileño, Lula da Silva, en la cumbre de los BRIC, en Brasilia.
El presidente chino, Hu Jintao, y el brasileño, Lula da Silva, en la cumbre de los BRIC, en Brasilia.REUTERS

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