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Una oleada de ataques contra escolares desata la alarma en China

En un país donde la política del hijo único es norma de obligado cumplimiento, reiterados ataques contra párvulos -tres consecutivos desde el miércoles; cinco en las últimas semanas- han desatado la alarma. Sin causa aparente, hombres armados con herramientas diversas han asaltado centros de educación infantil y suscitado el temor a ataques en serie o de efecto mimético.

Un agricultor se quemó ayer a lo bonzo tras herir a cinco niños con un martillo en un jardín de infancia. El suceso ocurrió en Weifang, en la provincia costera de Shandong. Dos menores que estaban junto al atacante fueron literalmente arrancados de su lado cuando éste se prendió fuego.

El jueves, el dueño de una tienda de fotocopiadoras, de 46 años, apuñaló a 29 niños -la mayoría, de cuatro años-, dos profesores y un guardia de seguridad en una escuela infantil en Taixing, al norte de Shanghai, en la provincia de Jiangsu. Empleados de tiendas cercanas redujeron al asaltante en el patio de la escuela lanzándole un extintor de incendios.

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"Cuando llegamos, los niños estaban paralizados, no reaccionaban. Unos se habían quedado de pie, otros estaban tumbados o sentados en el suelo", relató un testigo. "Parecía un hombre normal, nada fiero. Absolutamente normal. Pero tenía un cuchillo en la mano. Dijo: 'Al que se acerque, le clavo el cuchillo y le mato", señaló otro. La población de Taixing criticó la lenta respuesta de la policía local.

La oleada de ataques comenzó el miércoles, cuando un profesor que se hallaba de baja médica hirió a 15 escolares y un compañero en una escuela primaria de la provincia de Guangdong. Aunque se desconoce si hay relación entre los casos, ese mismo día, un antiguo doctor fue ejecutado por matar a ocho estudiantes en la provincia de Fujian en marzo.

El Ministerio de Educación chino dictó ayer instrucciones solicitando a los centros educativos que impidan el paso a sus instalaciones a los extraños. Algunas ciudades han tomado medidas propias para reforzar la seguridad en los colegios, según informaron ayer numerosos medios locales. La policía envió guardias de seguridad a las escuelas de Nanjing. En algunos centros del país profesores y estudiantes han comenzado a recibir clases de defensa personal para repeler cualquier posible ataque.

Un guardia de seguridad, en la entrada de una escuela en Nanjing, en la provincia de Jiangsu.
Un guardia de seguridad, en la entrada de una escuela en Nanjing, en la provincia de Jiangsu.REUTERS

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