El caos aéreo se prolonga en Europa por cuarto día consecutivo

Después de cuatro días de colapso aéreo, algunos aeropuertos europeos han reabierto la tarde de este domingo para intentar recuperar al menos parte de su actividad, mientras varias compañías realizan vuelos de prueba sin pasajeros. El resultado, sin embargo, ha sido desigual, ya que algunas instalaciones han tenido que cerrar de nuevo minutos después de su reapertura. Entre ellos, el de Francfort, uno de los más importantes de Europa ya que concentra gran parte del tráfico intercontinental. En total, este domingo sólo han despegado 5.000 aviones de los 24.000 programados, según estimaciones de Eurocontrol.

El Departamento Alemán de Seguridad Aérea levantó por la tarde durante algunas horas el bloqueo de cinco aeropuertos para los vuelos en dirección hacia el este. Entre estos figura el de Francfort, que ha tenido que clausurar de nuevo sus instalaciones a las 20.00 y al menos hasta las 2.00 del lunes.

El resto de aeropuertos que en principio fueron autorizados a reanudar las operaciones son Berlín-Shönefeld, Berlín-Tegel, Erfurt, Leipzig, Hamburgo y Hannover. Pero todos ellos tuvieron que cerrar de nuevo a las ocho de la tarde salvo los dos de la capital alemana, que siguieron el mismo camino dos horas después.

Holanda, por su parte, anunció una revisión del cierre de sus aeródromos a las ocho de la tarde, aunque la web del aeropuerto de Ámsterdam-Schipol, otra gran puerta para vuelos entre Europa y otros continentes, informa de que las condiciones meteorológicas "no posibilitan los vuelos hasta nuevo aviso".

Más éxito ha tenido la medida de reapertura de aeropuertos en Francia. Tras extender en la tarde del sábado el cierre de instalaciones a todo el país, los aeropuertos al sur de la línea imaginaria Toulouse-Marsella han sido reabiertos este domingo. En cambio, el resto, entre los que se encuentran los aeropuertos de París, estarán cerrados hasta este lunes a las 8.00 como mínimo, según ha informado la Dirección General de Aviación Civil francesa. La misma previsión se espera en Italia.

En Bélgica, las autoridades del transporte también planean autorizar algunos vuelos si se cumplen las condiciones de seguridad, aunque en principio el espacio aéreo seguirá cerrado como mínimo hasta las ocho de la mañana. Brussels Airlines, la compañía belga, ha decidido repatriar en autobús a pasajeros bloqueados en Milán, Barcelona, Málaga, Lisboa, Copenhague y Atenas, en señal de que espera que la situación pueda prolongarse varios días. Es más económico hacer concluir la odisea a los viajeros extraviados que hacerse cargo de su alimentación y hospedaje como exige la legislación europea.

"Bélgica se libera poco a poco de la nube, pero la contaminación sigue siendo bastante extensa, desde Reino Unido a Rusia", comentó un portavoz gubernamental belga. "Como no hay ni lluvia ni viento, se mueve muy lentamente". Junto a las decenas de miles de viajeros atormentados por la ausencia de escapatoria estaban los ministros europeos, comisarios y otros altos responsables de las finanzas comunitarias que asistieron en Madrid al Ecofin (Consejo de Ministros de Finanzas de la UE), para quienes algunos hoteles planteaban salidas de oro. Un hotel de lujo donde se alojaban algunos de ellos ofrecía un coche con conductor hasta Bruselas "por 4.000 euros".

El Centro de Control del Tráfico Aéreo del Reino Unido (NATS) ha ampliado hasta las ocho de la tarde del lunes el cierre del espacio aéreo. El NATS tomó esta decisión tras consultar la última previsión de la Oficina de Meteorología y constatar que la nube de cenizas sigue cubriendo la práctica totalidad del espacio aéreo británico. "El movimiento de las capas de la nube de ceniza volcánica sobre el Reino Unido sigue presentando unas características muy dinámicas", ha afirmado el NATS en un comunicado.

La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair ha anunciado la cancelación de todos sus vuelos con el norte de Europa hasta las dos de la tarde del próximo miércoles. En un comunicado, Ryanair ha informado de que, dada la evolución de la nube de ceniza procedente de un volcán islandés, ha suspendido todos los vuelos con origen y destino en el Reino Unido, Irlanda, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia, Bélgica, Holanda, Francia, Alemania, Polonia y los países bálticos. Sin embargo, la aerolínea mantiene las conexiones con España, el sur de Italia, Malta y el norte de Africa.

20.000 vuelos cancelados

Según la última nota del organismo Eurocontrol, los países y zonas europeas que a las 12.30 de este domingo tenían cerrado total o parcialmente su espacio aéreo eran los siguientes: Austria, Bélgica, Croacia, la República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, la mayor parte de Francia y de Alemania, Hungría, Irlanda, el norte de Italia, Holanda, Noruega, Polonia, Rumanía, Serbia, Eslovenia, el norte de España, Suecia, Suiza, Ucrania y el Reino Unido.

La nube de ceniza del volcán Eyjafjalla ha seguido avanzando hacia el sur de Europay llegó este domingo a España, donde por la mañana cerraron 14 aeropuertos del norte, incluido el de Barcelona, aunque fueron reabiertos a las 15.30. La ceniza había penetrado en España por Asturias y dibuja una línea recta en su avance de oeste a este sobre la Península hasta llegar a Mallorca, según informó Aena. Las cancelaciones van acumulándose desde el pasado jueves y ya son cientos de miles de pasajeros los que intentan lograr transportes alternativos.

"Las previsiones indican que la nube de ceniza volcánica va a continuar y que su impacto se prolongará al menos durante las próximas 24 horas", anunció el sábado Eurocontrol en un comunicado. Sin embargo, según la estación de observación suiza de Payerne, la nube podría estar diluyéndose, ya que descendió durante la pasada noche a unos 2.000 metros de altitud y se ha hecho menos espesa.

El transporte continental vive una situación que evocaba la que sufrió EE UU con motivo de los atentados del 11-S, con trenes saturados, coches de alquiler desaparecidos del mercado y viajeros buscando a la desesperada cómo volver a casa. El cierre del espacio aéreo de Estados Unidos duró tres días y el de Europa entra hoy en su cuarto.

Parálisis indefinida

"Nunca ha habido nada parecido", comentaba un portavoz de la línea aérea alemana Lufthansa, la mayor de Europa, que no tiene un solo avión volando por el mundo. El peligro para los aviones deriva de que la nube de gases y cenizas puede paralizar los motores y, como dice Joe Sultana, subdirector del centro que gestiona el flujo aéreo en Eurocontrol, "no hay derogaciones en las medidas de seguridad". De ello se deduce que la parálisis en los vuelos seguirá por tiempo indefinido, hasta que la situación cambie.

Aun en el caso de que los cielos se vuelvan a abrir en los próximos días, se tardará en recuperar la cadencia rutinaria, como recordó el sábado el secretario francés de Transportes, también asediado por una huelga de los ferrocarriles galos. "Cuando los aviones puedan volver a volar, habrá que trasladar a los pasajeros y habrá también el problema de los aviones y las tripulaciones, con las consiguientes rotaciones", apuntó Dominique Busserau. La actual crisis les cuesta a las compañías en torno a 150 millones de euros diarios.

El Eyjafjalla, mientras tanto, sigue expulsando gases y cenizas, aunque con menos vigor que hace unos días. La columna que llegó hasta los 11 kilómetros de altura, ayer oscilaba entre los cinco y los ocho. "La erupción puede seguir así durante mucho tiempo", declaró un geofísico de la oficina meteorológica islandesa.