'Ike' deja Cuba tras provocar graves daños y se dirige hacia EE UU
La Habana sigue prácticamente paralizada y ha padecido intensas lluvias.- El huracán deja cuatro muertos en la isla
Tras provocar graves daños materiales y cuatro muertos en Cuba, el huracán Ike ha abandonado la isla caribeña y avanza ahora sobre el Golfo de México rumbo hacia EE UU. Con vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora, el ciclón, de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson de 5, ha dejado el territorio cubano minutos antes de las 16.00 locales (las 22.00, hora peninsular española), tras tocar por segunda vez tierra a 60 kilómetros al sureste de la capital cubana, que permanece aún a estas horas prácticamente paralizada y a oscuras.
Aunque Ike no ha afectado a La Habana, de más de dos millones de habitantes, la capital cubana está desde la noche del lunes sin electricidad por cortes preventivos de la energía y ha padecido intensas lluvias y fuertes ráfagas de viento.
Al terminar su recorrido de 42 horas por la isla, en la que han sido evacuadas más de 1,2 millones de personas, el huracán se ha cobrado la vida de cuatro personas, víctimas que se suman a los 66 muertos que provocó en Haití. En territorio cubano, las cifras de viviendas destruidas o dañadas en el oriente cubano se cuentan por millares, al igual que las hectáreas de cultivo y las redes de electricidad arrasadas. Sólo en Las Tunas, hay alrededor de 50.000 viviendas afectadas, incluidas 7.000 destrudas, además de 51.000 teléfonos cortados y grandes daños económicos.
El huracán penetró en la isla por la costa norte de Holguín en la noche del domingo. En ese momento era un ciclón de categoría tres -en la escala Saffir-Simpson, de cinco- y tenía vientos máximos de 205 kilómetros por hora. Durante aproximadamente 15 horas, el centro de la tormenta recorrió las provincias de Holguín, Las Tunas y Camagüey, a una velocidad de 22 kilómetros por hora. En tierra se debilitó, convirtiéndose en un huracán de categoría 1.
Graves daños económicos
El país comenzaba a recuperarse de los efectos de Gustav y apenas habían llegado los primeros aviones con ayuda internacional, entre ellos uno del Gobierno español. Jamás se había producido el hecho de que dos huracanes de gran intensidad azotaran la isla en una semana. El primero arrasó con toda la infraestructura y los recursos productivos de la Isla de la Juventud y de una amplia parte de Pinar del Río, en el occidente del país. Ike está machacando el resto del territorio cubano, y el golpe principal se sentirá en la agricultura, la vivienda y sectores productivos especialmente sensibles, como el turismo.
La acción combinada de Gustav y Ike llega en el peor momento, cuando el Gobierno de Raúl Castro se apresta a introducir una serie de medidas de ajuste para enfrentar la crisis económica. Ayer mismo, el Gobierno decretó subidas en el precio de los combustibles de entre el 50% y el 87%. El litro de diésel costará ahora un euro y la gasolina súper 1,10. El incremento implicará un alza en el precio de los alimentos y del transporte privado, algo duro para cualquier país, pero en Cuba, dada la precariedad de los salarios, será más difícil.
Cuba importa el 84% de los alimentos que consume y para aumentar la productividad agrícola las autoridades acababan de comenzar a repartir tierras en usufructo a los campesinos. Hay que esperar y rezar para que la magnitud del destrozo del ciclón no hipoteque los planes de desarrollo. También hay que rogar para que Ike no cruce La Habana esta mañana con fuerza recrudecida, como indican algunas previsiones. Sólo La Habana Vieja, Centro Habana, Cerro y 10 de Octubre, cuatro municipios centrales de la capital, tienen más de 72.000 viviendas en estado precario. La alerta, y la tensión, es máxima.
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