El hotel que impuso "condiciones al Estado revolucionario"
Chávez explica las razones por las que expropió el Hilton de Margarita
Los muchos trámites y dificultades con que se topó el Gobierno de Venezuela antes de poder utilizar el hotel Hilton de Margarita como sede de la reciente cumbre América del Sur-África terminaron por convencer al presidente venezolano, Hugo Chávez, de que era necesario confiscar y luego comprar las instalaciones del complejo. "Está expropiado, pues, porque una parte de acciones era del Estado, la minoría. Entonces, para hacer una cumbre como la de África, tuvimos que pedir permisos y la seguridad y todo aquello. (...) Ellos [la empresa hotelera] quieren imponerle condiciones al Estado revolucionario y eso no lo vamos a admitir", fueron los argumentos que ofreció Chávez ayer, durante un acto oficial, para explicar por qué ordenó la "adquisición forzada" del hotel el pasado martes. "Ahora está expropiado y le voy a cambiar el nombre, un nombre criollito le voy a poner", agregó el comandante-presidente.
Sin embargo, el Ministerio del Poder Popular para el Turismo ha preferido no otorgarle el calificativo de "expropiación" a esta medida. Horas antes del discurso del presidente, el ministro de este sector, Pedro Morejón, había explicado que "lo que hemos hecho, en legítimo derecho, es tomar el 100% del consejo accionario, de 13.000 socios, en vista del alto grado de deterioro del complejo hotelero". Según Morejón, precisamente el martes 13 de octubre de 2009 había vencido la concesión que permitía a la cadena Hilton operar el hotel de Isla de Margarita. Un "contrato leonino"que estuvo vigente durante más de 20 años, dijo el ministro.
El decreto de expropiación aprobado por el Gobierno de Chávez, y publicado el mismo 13 de octubre, también señala que la recuperación de este hotel se enmarca en una "estrategia de diversificación y desarrollo sustentable orientada a la inclusión" para combatir "la concepción del capitalismo individualista", y avanzar hacia una realidad "socialista colectiva".
Está previsto que en 15 días el Estado venezolano tenga ya el control total del edificio. A partir de entonces, sus 280 habitaciones sencillas y las 210 suites, el casino y los restaurantes estarán al servicio del "turismo popular" y no del "turismo de perfil imperialista", como lo califica Chávez.
El de Margarita es el segundo hotel operado por la cadena Hilton que ha pasado a manos de la revolución en los últimos dos años. En septiembre de 2007, el Gobierno de Chávez retiró la concesión del Caracas Hilton, que había estado vigente durante 38 años. Desde entonces, el hotel fue rebautizado como Alba Caracas, en honor al nombre de la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba) que fundaron Venezuela y Cuba en 2004 para oponerse a la propuesta estadounidense del Área de Libre Comercio para las Américas (Alca), y que en la actualidad agrupa a siete países de América del Sur y el Caribe.
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