La erupción del volcán islandés no afectará al clima, por ahora
La última explosión volcánica que tuvo un impacto global fue la del Pinatubo, en Filipinas, en 1991, que produjo una baja de medio grado en las temperaturas en los siguientes dos años
Es una erupción pequeña para alterar el clima, según los expertos. Sin embargo, la vasta nube de cenizas que ha provocado el volcán islandés -que ha alcanzado hasta 11 kilómetros hacia la atmósfera y ha provocado la cancelación de miles de vuelos en Europa- hace sonar las alarmas del caos que puede generar en caso de que siga fortaleciendose su actividad y llegue a explotar.
La referencia más cercana es la explosión del Pinatubo, en Filipinas, en 1991 y el Chichón en México en 1982. Ambos causaron erupciones cataclísmicas que lanzaron tanta ceniza y polvo hacia la atmósfera superior que enfrió el planeta durante varios meses , compensando el efecto de los gases invernadero.
"Esto no es como el Pinatubo. Hasta el momento, la escala no es lo suficientemente grande para tener un efecto mundial", afirma Hans Olav Hygen, un investigador del clima del Instituto Metereológico Noruego.
¿Pero qué contiene la nube volcánica? Pequeñas partículas de vidrio, rocas pulverizadas y silicato. ¿El resultado? Una nube de material que se asemeja al papel de lija.
La erupción bajo el glaciar Eyjafjalla ha sido 10 veces más poderosa que las registrada en otro volcán vecino hace pocos meses atrás. "En este momento, es una erupción pequeña, no tan grande como otras que se han registrado en Islandia en el pasado", sostiene Colin Macpherson, geólogo de la universidad británica de Durham. Aunque los expertos están vigilando los posibles impacatos de la ceniza en la salud, descartan que represente un peligro.
Pero los antecedentes son poco tranquilizadores. Una nube venenosa causada por la erupción del volcán Laki, también en Islandia, en 1784, causó la muerte de miles de personas en Europa y afectó la producción agrícola al lanzar un estimado de 120 millones de toneladas de dioxido de sulfuro al aire, según cuenta Macpherson. Esa cantidad de dioxido de sulfuro fue tres veces más cantidad que la emitida por la industria europea en 2006.
Según los expertos de Naciones Unidas, los gases volcánicos lanzados a la atmósfera superior y que pueden extenderse alrededor del planeta por las corrientes de aire pueden quedarse suspendidas hasta 14 meses y bajar la intensidad de los rayos solares. Las partículas de cenizas más pesadas pueden caer a tierra , donde pueden causar problemas respiratorios, en los siguientes tres meses de la erupción.
Algunos analistas en clima ven puntos positivos en estas erupciones volcánicas hacia la estratósfera: consideran que es una corrección de la misma ingeniería geológica para desacelerar el calentamiento global y compensar sus efectos , como las inundaciones, sequías, olas de calor y elevación del nivel del mar . Pero otros opinan que el riesgo es muy elevado, ya que puede ocasionar desde lluvia ácida hasta cambios en los patrones climáticos.
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