Los birmanos dan la espalda a las urnas entre sombras de fraude
La Junta militar permite las primeras elecciones en 20 años
Myanmar celebró ayer sus primeras elecciones en 20 años convocadas por la dictadura militar en medio de la desconfianza, el desinterés de la población y ante grandes medidas de seguridad. Aunque la Junta militar que gobierna el país no permitió la presencia de periodistas ni observadores extranjeros y aunque tampoco informó de cuándo terminaría de recontar los votos, una cosa era segura: una vez escrutados todos los sufragios, los generales continuarán mandando en este país de 50 millones de habitantes. El guión de las elecciones estaba escrito para que ganase cualquiera de los dos partidos con respaldo de los militares.
Varios testigos informaron a la agencia Reuters de que la participación era escasa y de que se estaban registrando irregularidades.
La líder de la oposición y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, quien cumple los últimos días de una pena de 18 meses de arresto domiciliario, boicoteó las elecciones por considerar que sirven a los generales para perpetuarse en el poder. Desde India, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró que las elecciones birmanas son "cualquier cosa menos libres y limpias".
El escrutinio de las papeletas se efectúa de forma manual y con un procedimiento que no ha sido desvelado por el régimen militar. Sin embargo, esta jornada electoral puede traer una brizna de espíritu parlamentario a uno de los regímenes más opresivos del mundo.
El Partido para el Desarrollo y la Solidaridad de la Unión, del primer ministro Thain Sein, partía como favorito, seguido del Partido de Unidad Nacional, la otra formación apoyada por el régimen militar, informa Efe.
Los generales seguirán gobernando entre bambalinas en cualquier caso. Según la Constitución de 2008, el estamento castrense tiene reservado el 25% de los escaños en la Cámara baja del Parlamento, es decir, 110 de los 440, y en la Cámara alta, 56 de los 224.
Todo atado
- La opositora birmana Aung San Suu Kyi, de 65 años, lleva casi 15 de los últimos 21 años bajo arresto domiciliario.
- En 1990 se celebró la última elección. Entonces, Aung San Suu Kyi venció al partido respaldado por la Junta Militar.
- Unos 27 millones de votantes debían elegir ayer entre 3.000 candidatos de 37 formaciones. Dos partidos son los grandes favoritos. Pero los militares lo han dejado todo bien atado para seguir manejando los hilos del poder desde la sombra.
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