Suecia emite otra orden de captura contra Assange
El fundador de Wikileaks, que ha recibido amenazas de muerte, se oculta en algún lugar del sur de Reino Unido
Héroe o villano según las interpretaciones, Julian Assange se ha convertido en uno de los hombres más buscados por Interpol como objeto de una alerta roja, el nivel más alto que difunde este organismo para solicitar la detención de una persona con fines de extradición. Reclamado desde Suecia en calidad de sospechoso de varios delitos sexuales, toda la atención informativa sobre su eventual arresto se concentra en Reino Unido, donde su equipo legal ubica al fundador de Wikileaks y asegura que permanece en contacto con Scotland Yard. La policía británica no habría dado todavía ningún paso a causa de los defectos de forma de la orden de captura emitida por las autoridades suecas, que ayer subsanaron el error tramitando una segunda demanda.
Según sus abogados, el ex 'hacker' está en contacto con Scotland Yard
La situación judicial del enigmático Assange es compleja y se libra en varios frentes. El otrora hacker australiano (Queensland, 1971) perdió ayer una importante batalla legal cuando el Tribunal Supremo de Suecia rechazó un recurso de su defensa contra la orden de ingreso en prisión dictada por la fiscalía para interrogarle (no se han formulado cargos contra él). Esa decisión cierra la puerta a nuevas vistas orales hasta que el afectado sea arrestado y extraditado. Paralelamente, las autoridades suecas corrigieron su primera demanda de detención de Assange, en la que solo especificaban la pena que se contempla para el delito más grave del que es sospechoso (violación), y considerada insuficiente por la justicia británica. La nueva orden corregida incluye todos los detalles requeridos sobre los otros supuestos delitos, tres denuncias de acoso sexual y una por coerción legal.
Los supuestos hechos que denunciaron dos mujeres se habrían registrado durante la estancia de Assange en el país escandinavo, el pasado agosto. Él ha admitido haber mantenido entonces relaciones sexuales con varias féminas, aunque siempre consentidas, y se considera víctima de una persecución a raíz de las filtraciones de Wikileaks. En palabras de su madre, Christine Assange, "gente poderosa quiere el pellejo de mi hijo", tal como declaró a una emisora francesa. La valoración del polémico personaje abarca desde quienes ven en él al defensor del flujo libre de información hasta la encarnación de una amenaza que, en palabras de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha dirigido "un ataque contra la comunidad internacional".
"Los procedimientos en este caso han sido tan irregulares que la posibilidad de que se me presente una orden de arresto válida aparece muy pequeña", declaró ayer el abogado del fundador de Wikileaks, Mark Stephens. Un responsable de la policía británica no pudo precisar cuándo se considerará efectiva la recepción de la segunda orden de arresto emitida desde Suecia y canalizada por Interpol.
Para alimentar la confusión, fuentes del entorno de Stephens confirmaron a la prensa británica que Scotland Yard conoce el paradero de Assange en el sur de las islas, mientras la portavoz de Wikileaks, Kristin Hrafninn, aseguraba en cambio que su jefe se halla refugiado en una "localización secreta", porque "es preferible mantener un perfil bajo cuando algunas personas están reclamando su asesinato" y ya ha recibido varias amenazas de muerte.
Una de las grandes ironías del caso Assange reside en que su protagonista es hoy objetivo prioritario de las policías del globo mientras la revista Time acaba de incluirlo entre los finalistas al título de personaje del año, compitiendo con el mismísimo presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Mientras, parte del contenido de Wikileaks, que hasta el miércoles se alojaba en Amazon, ha hallado un nuevo acomodo, el servidor francés OHV, uno de los más importantes de Europa, según pudo confirmarse ayer por un rastreo de la dirección IP del portal de filtraciones, informa France Presse. Fuentes próximas a la web en Francia confirmaron este alojamiento, aunque recalcaron que es provisional.
La decisión de Amazon de desalojar a Wikileaks fue ayer duramente criticada en Washington por activistas, periodistas y blogueros, quienes advirtieron de que la decisión de expulsar a Wikileaks de sus servidores pone en peligro la libertad en la red, informa Efe. Todos ellos pidieron a Amazon que explique si su decisión respondió a presiones políticas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.