Sudán condena a una mujer por llevar pantalones

Un tribunal de Jartum condenó ayer a Lubna Husein al pago de una multa de 500 libras sudanesas (unos 150 euros) por vestir pantalones en público, prenda considerada inmoral por las leyes del país africano. Tras conocer la sentencia, la periodista, que se enfrentaba a una condena de 40 latigazos, desafió a la justicia sudanesa y, tras negarse a pagar la multa, ingresó en prisión, donde permanecerá un mes.

"Prefiero ir a la cárcel", afirmó Husein, de 34 años. Su caso se ha convertido en una prueba para la controvertida norma islámica que, supuestamente, castiga la "indecencia" en el vestir, pero que, según sus críticos, es ambigua y discriminatoria. La reportera fue detenida en julio pasado en un bar de la capital sudanesa por vestir pantalones en público.

La periodista pasará un mes en prisión tras negarse a cumplir la sentencia

Pese a la posibilidad de recibir 40 latigazos como castigo, Husein renunció a su empleo en la oficina de prensa de Naciones Unidas en Jartum y a la inmunidad que le proporcionaba, para enfrentarse a la justicia y conseguir en último término la derogación de dicha ley. "Soy musulmana y entiendo la ley musulmana, pero lo que yo pregunto es en qué pasaje del Corán se dice que las mujeres no pueden llevar pantalones", afirmaba en una entrevista días antes de ser condenada.

La periodista argumenta que los pantalones que llevaba el día de su detención -los mismos que llevó el primer día del juicio, anchos y verdes- son respetables. Diez mujeres que fueron detenidas junto a Husein se han declarado culpables y han sido azotadas.

La periodista es ya un símbolo para muchas sudanesas. "Lubna nos ha dado una oportunidad. Es muy valiente. Miles de chicas han sido condenadas a recibir latigazos por violar esta ley desde la década de los noventa, pero ella ha sido la primera que no se ha quedado callada", afirmó Sawsan Hassan, que acudió ayer al tribunal para apoyar a Husein.

El artículo 152 del Código Penal prevé una multa y 40 latigazos para "toda persona que se comporte con una conducta inmoral o se presente en público con un vestuario contrario a la decencia". Según Husein, esta norma es ambigua, en parte para castigar a las mujeres. La cuestión es qué es vestir de forma decente en Sudán. En este país, algunas mujeres llevan velo y vestidos largos y holgados, pero otras no. En el norte, de mayoría musulmana, deben obedecer la ley islámica, pero en el sur, de mayoría cristiana, no.

El abogado de la periodista condenada, Nabil Abid, insistió ayer en la inocencia de su cliente y explicó que ella permanecerá un mes en la cárcel por negarse a cumplir la sentencia, aunque sus abogados le habían aconsejado que pagara la multa y apelara el fallo.

En las horas previas al juicio, la policía detuvo a 40 activistas que participaban en una manifestación para apoyar a la reportera. Más tarde, los agentes, dotados con material antidisturbios, disolvieron la protesta en la que participaban unas 150 personas, en su mayoría mujeres que vestían pantalones. Frente a ellas, decenas de hombres corearon eslóganes religiosos con los que condenaban la conducta de la periodista, calificándola de "prostituta".