El Senado italiano despacha la ley que amnistía a Berlusconi
La oposición en bloque protesta contra "la decimonovena norma a medida en 16 años".- El primer ministro compara a la justicia con un pelotón de ejecución
La derecha italiana ha firmado este miércoles la defunción del neonato Partido del Amor al aprobar en el Senado el proyecto de ley bautizado como "proceso breve". La norma, despachada en una semana por el Pueblo de la Libertad y la Liga del Norte, que será ahora examinada por la Cámara de Diputados, tiene carácter retroactivo y conllevará, según alertó la magistratura, la extinción de decenas de miles de procesos en curso, entre ellos los que afronta Silvio Berlusconi, el caso Mills y el caso Mediaset.
Saliendo de un almuerzo privado con el ultraconservador cardenal Camillo Ruini, el primer ministro ha mostrado su satisfacción por la votación parlamentaria y acusó a la oposición de calumniarle y de ser "intelectualmente deshonesta". "No creo que la ley sea inconstitucional, Europa y la Constitución exigen que los juicios duren tiempos ciertos y razonables".
Preguntado sobre si tiene previsto dejarse procesar, Berlusconi ha respondido: "Esos juicios no son problemas de Berlusconi sino agresiones al primer ministro. Los abogados me desaconsejan que me presente, me encontraría ante un pelotón de ejecución".
El proyecto de ley se ha aprobado por 166 votos contra 130 en medio de gran estrépito. Ha habido gritos, insultos, aplausos, y un senador del PDL ha lanzado el volumen que recogía la transcripción de las enmiendas (todas ellas rechazadas por la mayoría) contra los escaños de Italia de los Valores cuando el grupo opositor exhibía carteles que rezaban "justicia muerta" o "Berlusconi déjate procesar". El presidente, Renato Schifani, ha enviado a los bedeles a arrebatar los carteles a los parlamentarios, ha dado paso a la votación y ha suspendido la sesión a toda prisa.
Los tres partidos de oposición votaron contra el texto, formado por cinco artículos, y que según la contabilidad del Partido Demócrata es la decimonovena ley a medida fabricada en 16 años por los tres Gobiernos de Berlusconi para conseguir la inmunidad judicial del magnate. La magistratura afirmó una nota que la reforma tendrá "consecuencias devastadoras para el entero sistema judicial italiano".
El texto acortará la prescripción de los juicios relativos a delitos cometidos antes del 2 de mayo de 2006. Los procesos de crímenes penados con un máximo de diez años de prisión durarán seis años en las tres instancias (tres años el primer grado, dos la apelación y uno el Supremo). Para los procesos con penas superiores a los diez años, los plazos serán respectivamente de cuatro años, dos, y uno y medio (siete y medio en total). Los delitos de mafia y terrorismo podrán ser juzgados en un máximo de quince años si afectan a un número elevado de imputados.
Anna Finnochiaro, portavoz de los senadores del Partido Demócrata, ha afirmado que la ley "cambiará una justicia lenta por una justicia negada", y dirigiéndose a la mayoría, ha espetado: "Hasta 19 veces habéis usado el Parlamento, malgastando tiempo y recursos públicos destinados al interés general, para fines privados; no tenéis empacho en devastar el ordenamiento jurídico, no habéis tenido nunca sentido de la vergüenza. Vuestra iniciativa negará la justicia a millares de ciudadanos".
Luigi Li Gotti, de IDV ha señalado que la reforma "envía a la muerte 100.000 procesos para salvar a Berlusconi, sus negocios y su responsabilidad criminal". La Unión de Centro ha definido el proyecto como "una amnistía inconstitucional".
Al otro lado del hemiciclo, Maurizo Gasparri, portavoz del PDL, ha acusado al centro izquierda de hipocresía por haber abandonado su tradicional posición garantista, y ha recordado que en Italia prescriben 500 juicios cada día. "Queremos que esos juicios se celebren, somos nosotros quienes salvamos la justicia y estamos orgullosos".
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