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Violencia étnica en China

Pekín sofoca a sangre y fuego una protesta de su minoría musulmana

La represión de una manifestación uigur en Xinjiang causa más de 156 muertos

El Gobierno de Pekín reprimió el domingo a sangre y fuego una manifestación uigur, la minoría musulmana de la región autónoma de Xinjiang, en el oeste del país. La policía china disparó contra la multitud en las calles de Urumqi, la capital de Xinjiang, con el resultado de 156 muertos y más de 1.000 heridos. Los incidentes son los más violentos desde la matanza de estudiantes en la plaza de Tiananmen, hace 20 años.

Los manifestantes pedían que se investigara el enfrentamiento que se produjo el mes pasado entre uigures y chinos han -la etnia mayoritaria del país- en una fábrica en la ciudad de Shaoguan (provincia sureña de Guangdong), en el que murieron dos miembros de la minoría musulmana.

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Avenidas bloqueadas, las calles desiertas, coches de policía con los giróscopos en marcha y soldados repartidos por la ciudad. Urumqi era ayer a la una de la madrugada (seis horas menos en la España peninsular) una ciudad fantasma, una ciudad en estado de sitio, una ciudad castigada por la violencia del día anterior.

"Hay mucho miedo. La situación es muy grave. Los enfrentamientos fueron terribles. Comenzaron a las ocho de la tarde. Los uigures y los han se enfrentaron con barras y cuchillos. Había al menos 4.000 personas en la calle. Yo estaba en casa de mi esposa, cerca del gran bazar, y vi cómo se peleaban, la gente herida, y cómo la policía disparaba contra los manifestantes", dice un vecino de Urumqi de la minoría hui, también musulmán. "Los uigures quieren la independencia de su país, pero es algo imposible. China nunca lo aceptará", asegura.

El Gobierno ha clausurado Internet en toda la ciudad. Sólo funciona en la sala de prensa de uno de los grandes hoteles, donde han tenido que concentrarse los periodistas para poder trabajar. A las puertas de los hoteles, soldados y antidisturbios vigilan armados con barras. La policía controla los accesos e impide acercarse a las zonas donde se registraron los incidentes, en el sur de la ciudad.

"El toque de queda se extiende entre las ocho de la noche y las ocho de la mañana", dice el mismo vecino.

"No funciona Internet porque hay una situación especial en la ciudad", dice la empleada de un hotel. "Las líneas internacionales han sido desconectadas por orden del Gobierno", dice otra. Desde el avión, apenas se veían coches por las autopistas.

El estallido de violencia en Urumqi, ciudad de 2,3 millones de habitantes, tuvo lugar tras lo que aparentemente comenzó como una protesta pacífica por parte de 1.000 a 3.000 personas (300 a 500, según el diario China Daily), que desembocó en la quema de vehículos, incendio de viviendas, choques con los antidisturbios y ataques a miembros de la etnia han.

La agencia oficial Xinhua aseguró que han sido detenidas varios cientos de personas, entre ellas más de 10 acusadas de incitar la revuelta, y otras 90 están siendo buscadas. Las asociaciones de uigures en el exilio dijeron que la violencia empezó sólo después de que las fuerzas de seguridad reprimieran con extrema dureza la manifestación inicialmente pacífica. Xinhua afirmó que la situación ayer se encontraba "bajo control". No ha trascendido, de momento, que se hayan producido altercados en otras zonas de Xinjiang, región con una superficie 3,2 veces superior a la de España.

Nuer Baikeli, gobernador de la región autónoma, aseguró que los enfrentamientos fueron incitados por fuerzas extremistas en el extranjero. "Después del incidente [de Shaoguan], las tres fuerzas en el exterior se esforzaron en agitar y aprovecharon la oportunidad para atacarnos, incitando las protestas callejeras", dijo en la televisión local. Las "tres fuerzas" a las que se refiere son movimientos que, según Pekín, promueven el separatismo, la acción militar y el extremismo religioso.

Otro responsable chino aseguró que "los disturbios han sido planeados por el Congreso Mundial Uigur, dirigido por Rebiya Kadeer. Esto ha sido un crimen de violencia premeditado y organizado", dijo, según Xinhua, sin citar su nombre.

Varios muertos yacen en una calle de Urumqi, en una imagen de un vídeo distribuido por el Gobierno autónomo de Xinjiang.
Varios muertos yacen en una calle de Urumqi, en una imagen de un vídeo distribuido por el Gobierno autónomo de Xinjiang.REUTERS
Enfermeras de un centro médico de Urumqi atienden a algunos heridos en los disturbios.
Enfermeras de un centro médico de Urumqi atienden a algunos heridos en los disturbios.REUTERS

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