Obama cita en Washington a los presidentes de Afganistán y Pakistán
Hillary Clinton afirma que Zardari "está abdicando ante los extremistas"
Washington acogerá una cumbre de jefes de Estado de Afganistán y Pakistán para buscar juntos una nueva estrategia capaz de estabilizar una región acosada por la insurgencia, según informó la Casa Blanca. El presidente afgano, Hamid Karzai, y su homólogo paquistaní, Asif Alí Zardari, se reunirán por separado con Barack Obama y después tendrán reuniones a tres bandas durante el 6 y el 7 de mayo.
"El presidente desea involucrarse en la búsqueda de una solución", declaró a la prensa el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs. "El presidente les dejará saber sus ideas, sus esperanzas, pero también sus responsabilidades como líderes", recalcó Gibbs.
Desde su llegada al poder el 20 enero, Obama intenta alejar el foco de la impopular guerra en Irak y acercarlo al conflicto en Afganistán, que él considera mucho más importante en la lucha contra la militancia islámica. En esta línea, el presidente ha autorizado el despliegue de 21.000 soldados adicionales.
La Casa Blanca quiere una estrategia para evitar el triunfo de los talibanes
La Administración de Obama pretende crear las bases para un entendimiento entre Afganistán y Pakistán, en un momento en el que Kabul acusa a Islamabad de no hacer lo suficiente para frenar a las milicias islámicas que cruzan la frontera y provocan ataques terroristas. La preocupación de Washington por lo que ocurre en aquella zona es máxima, y ayer la secretaria de Estado, Hillary Clinton, advirtió de que el avance talibán supone una "amenaza existencial" para Pakistán.
Ante el subcomité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes —adonde acudió a reclamar más dinero para la estabilización de Afganistán—, Clinton explicó que la Casa Blanca está tratando de persuadir al Gobierno de Pakistán para que cambie su tradicional punto de vista de considerar a India un enemigo, cuando la amenaza está en los islamistas extremistas que proliferan en su frontera con Afganistán.
"Cambiar de actitud y de ideas preconcebidas no es fácil, pero creo que no sólo el Gobierno paquistaní, sino también el pueblo paquistaní es cada día más consciente de que la insurgencia está cada vez más cercana a las grandes ciudades y la amenaza que eso supone", manifestó Clinton. Un día antes de hacer estas declaraciones, la secretaria de Estado dijo a otro comité de la Cámara que tenía la percepción de que el Gobierno paquistaní "básicamente estaba abdicando ante los talibanes y los extremistas".
Pakistán, firme aliado de Washington en la región y único país con mayoría musulmana que posee la bomba atómica, es clave en la lucha de EE UU contra Al Qaeda.
Clinton informó de que el enviado especial a la región, Richard Holbrooke, había tenido conversaciones "específicas y dolorosas" con una variedad de altos cargos paquistaníes sobre la necesidad de actuar con mayor eficiencia contra los talibanes ante el temor de una desintegración del Estado paquistaní.
"Creo que no podemos infravalorar la seriedad de una amenaza existente en el Estado de Pakistán por el avance terrorista, ahora están a sólo unas horas de Islamabad", finalizó Clinton.
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