Mauritania libera a la mitad de sus presos de Al Qaeda
35 presos abandonan la prisión de Lahsar, un fortín en el centro de la ciudad de Nuakchot.- Según el Gobierno, la amnistía celebra el final del Ramadán
Mauritania liberó ayer a la mitad de sus presos islamistas en una decisión sin precedentes en este país africano azotado por los secuestros y ataques de las brigadas de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
Durante la tarde y en presencia del ministro de Justicia, 35 presos abandonaron la prisión de Lahsar, un fortín en el centro de la ciudad de Nuakchot, entre vítores y gritos de aliento de sus amigos y familiares. El Gobierno que preside el general Ould Andel Aziz ha justificado la medida de gracia con el argumento de que se pretende celebrar así el final del Ramadán, pero fuentes mauritanas consultadas por EL PAÍS aseguran que la decisión es más compleja y responde a la larga y difícil negociación que se llevó a cabo para lograr hace varias semanas la liberación de los tres cooperantes españoles secuestrados por AQMI.
El pasado mes de enero, Mohamed el Hassen Ould Dudu, un reputado sabio religioso mauritano y otros ocho imanes, negociaron con los 60 presos de Al Qaeda recluidos en la cárcel de Lahsar un acuerdo para lograr la libertad de los que renunciaran a la violencia. Meses después anunció que la mayoría de ellos le había comunicado personalmente su deseo de abandonar la lucha armada. Dudu pidió entonces al Gobierno que se celebraran juicios rápidos para los implicados en delitos de sangre y se rebajen sus condenas si estos muestran públicamente su arrepentimiento.
"La mayoría están de acuerdo en dejar la violencia y reconocen a este Gobierno como legítimo. Se han dado cuenta de que no habían elegido el camino recto", señaló entonces Dudu, el imán que logró apartar de la yihad a algunos jóvenes en Arabia Saudí. El último éxito de Dudu como hábil negociador ha sido sacar de prisión a varios ricos empresarios mauritanos que no pagaban sus impuestos, algo que no consiguieron ni Muammar el Gaddafi, presidente libio, ni el rey de Qatar, dos de sus mejores valedores.
El encuentro de Dudu con los terroristas de AQMI en una jaima instalada en la prisión fue bendecido por el presidente mauritano y, aunque Dudu lo ha negado, tuvo una relación directa con los últimos secuestros de este grupo terrorista en Mauritania y Malí, según señalan fuentes mauritanas.
Ninguno de los 35 yihadistas puestos en libertad tiene delitos de sangre. Khadim Ould Saman y Sidi Ould Sidina, los principales dirigentes presos de AQMI en Mauritania continuan presos en el fortín de Lahsar. También los asesinos de un matrimonio francés y sus hijos que fueron juzgados y condenados a muerte.
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