José Graziano, otro éxito de Lula
El nuevo director general de la FAO, representante oficial de América Latina del organismo, fue ministro de Hambre Cero de Brasil
El expresidente Lula da Silva había tomado como algo personal conseguir la elección para director general de la FAO de su exministro de Hambre Cero, José Graziano da Silva, hasta el punto de haber escrito días atrás un artículo en el británico The Gardian, en el que afirmaba: "Con la candidatura brasileña de José Graziano para la FAO, Brasil reafirma su compromiso con la agenda universal de combate a la pobreza y al hambre".
Graziano, ingeniero agrónomo, licenciado en la Escuela Superior de Agricultura Luiz Queiroz de la Universidad de Sâo Paulo, además de doctor en Economía por la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) fue ministro del original ministerio Hambre Cero, creado por Lula en su primer gobierno, que duró sólo un año. Gaziano salió del gobierno y el ministerio fue transformado en Bolsa Familia.
La salida de Graziano se debió en parte a que el programa para luchar contra el hambre no acabó de cuajar y porque justamente en esas fechas el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística), un órgano del Estado que cada diez años hace una radiografía de los brasileños, reveló que el problema del país "no era el hambre", sino, al revés, el exceso de peso que acuciaba al 50% de la población así como la grave e injusta desigualdad de renta de los ciudadanos.
Despareció así el programa Hambre Cero y nació el de Bolsa Familia que hoy abraza a más de 14 millones de familias y que ha ayudado a que más de 20 millones de brasileños hayan salido de la pobreza para ingresar en la clase media baja y en el mercado de bienes de consumo.
Graziano, del Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula, salió del Gobierno y no volvió a tener una presencia importante en el país ni en el partido. Sin embargo, fue de nuevo escogido por Lula como su candidato favorito para la FAO tras haber conseguido colocarlo desde hace un año en Santiago de Chile como representante oficial de América Latina en la FAO desde donde preparó su candidatura al importante organismo de la ONU.
Lula también quiso que Graziano le acompañara a la mayoría de sus viajes a África, preparando de esta forma su campaña electoral. Los países africanos han sido quienes recibieron con mayor aplauso y resonancia las iniciativas del Gobierno Lula y de su exministro para luchar contra el hambre.
Si al nuevo director general de la FAO no le faltan títulos académicos para su nuevo cargo, su nombramiento, según los analistas, debe considerarse sobre todo como un triunfo más de Lula que con su gran popularidad y prestigio internacional ya había conseguido el Mundial de futbol para Brasil en 2014 y, sobre todo, los Juegos Olímpicos para Río de Janeiro en 2016.
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