Irán se alza contra Barbie
El fiscal general iraní advierte a las autoridades de su país sobre los nefastos efectos de los juguetes occidentales en la juventud
Los juguetes occidentales provocan efectos negativos en la juventud. Así lo cree el fiscal general de Irán, Dori Nayafabadi, quien ha pedido al gobierno de su país que se tomen medidas para proteger lo que él denomina cultura islámica iraní y los valores revolucionarios.
"La propaganda de juguetes como Barbie, Spider Man, Superman o Harry Poter, así como la importación no controlada de discos de música y juegos de vídeo debe suscitar la inquietud de todos los responsables de este país", ha dicho Nayafabadi, según publica la prensa local de su país. "La importación irregular de estos juguetes, que desgraciadamente se produce a mediante cauces no oficiales y el contrabando, es culturalmente destructiva, además de un peligro social", añadió el fiscal.
En opinión del fiscal, los juguetes extranjeros "presentan un peligro para la salud de los niños" y "afectan a la supervivencia de las fábricas nacionales", por lo que pide que se lleven a cabo "medidas alternativas", informa la corresponsal de EL PAÍS en Teherán, Ángeles Espinosa.
La popular muñeca Barbie ha sido con frecuencia objeto de críticas por parte de las autoridades iraníes. En un país donde las mujeres han de ocultar su cuerpo para no revelar ninguna de sus formas femeninas, la voluptuosidad corporal y las atrevidas prendas de la famosa muñeca chocan con las directrices morales de la república islámica.
Hace seis años Irán ya lanzó una campaña contra Barbie y su novio Ken, en la que ofrecía como alternativa una versión más puritana y robusta de la muñeca y su compañero. Sin embargo, Sara y Dara, como fue bautizada la pareja, no consiguió acabar con la popularidad de la versión occidental.
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