El camino hacia la Casa Blanca
Mañana se abre en New Hampshire el proceso para elegir presidente en Estados Unidos
Con el pago de los gastos que suponen la elaboración de las papeletas y otros pequeños detalles de campaña, lo que asciende a casi 1.000 dólares, cualquier norteamericano puede ver su nombre inscrito entre los candidatos que compiten el próximo martes A las elecciones primarias de New Hampshire. En ese estado del noreste del país empieza cada año un largo y complejo proceso electoral que culminará el 8 de noviembre con la designación del hombre que ocupará durante un periodo de cuatro años la presidencia de Estados Unidos.
En realidad, la carrera,comenzó el pasado lunes en los caucuses de lowa, pero esa cita no tuvo en esta ocasión ningún interés por la participación de un natural de ese Estado, lo que hizo que los demás candidatos no se molestaran siquiera en pisar un terreno que se demostró controlado por el senador Tom Harkin.Las primarias de New Hampshire son tradicionalmente la primera gran criba. A estas elecciones llegan 63 candidatos -37 demócratas y 26 republicanos-, la mayoría de ellos puramente testimoniales. Después de los comicios, quedarán tan sólo tres o cuatro con posibilidades razonables de triunfo. El valor simbólico de estas elecciones es tal que desde 1952 ningún presidente ha llegado a la Casa Blanca sin haber obtenido la victoria en New Hampshire.
En New Hampshire y en otros 33 Estados de la nación las elecciones se realizarán por el método de primarias, que son, votaciones abiertas en las que participan los electores registrados por cada partido con el fin de designar delegados para la convención final. En los caucuses, que se celebran en 14 Estados, se eligen también delegados para las convenciones, pero no con la participación directa de los electores, sino en pequenas reuniones de los organisinos de los partidos, primero a nivel local, después comarcal y, por último, estatal. En Tejas y Washington la elección se hace por un sistema mixto de primarias y caucuses.
El sistema de caucuses, que procede de una tradición de debate más intenso, y más cerrado, está claramente en desuso frente al de las primarias. De hecho, 18 de los 20 Estados que mayor número de delegados eligen utilizan el procedimiento de primarias.
Los delegados llegan a las convenciones con el voto decidido a favor de determinado, candidato, por lo que para ser nominado es necesario ganarse en las primarias y los caucuses una mayoría de los delegados que acudan a la convención.
El 'supermartes'
La fecha más señalada del proceso de primarias es, tradicionalmente, el primer martes de marzo, cuando se eligen casi la mitad de los delegados, en lo que se denomina el supermartes. Este año, el supermartes está dividido en tres minimartes, los días 3, 10 y 17 de marzo.
En la convención demócrata, que se celebrará del 13 al 16 de julio en Nueva York, participarán 4.287 delegados. A la riepublicana, que está convocada entre el 17 y el 20 de agosto en Tejas, acuden 2.209 delegados. Los votos están decididos antes de la convención, pero no se puede excluir por completo la posibilidad de que surjan otros nombres en esos debates finales, como ocurrió con Hubert Humphrey en 1968.
Este año queda flotando la duda de que Mario Cuomo, que no participa en las primarias, aparezca como un salvador demócrata de última hora en la convención de Nueva York si su partido llega muy dividido y debilitado a esa reunión.
En el proceso electoral que se celebra hasta las convenciones sólo participan los sectores más politizados de la sociedad norte.americana. En años anteriores la cifra de participantes en primarias y caucuses no ha superado el 20%, mientras que en las elecciones presidenciales esta cifra asciende hasta el 50%. Tanto en unas Como en otras elecciones, es imprescindible que los votantes estén registrados por una de las tres opciones previstas: demócrata, republicana o independiente.
La presentación como candidatos está abierta a todos los norteamericanos que se ajusten a las exigencias de la Constitución, pero, de hecho, los comités locales de los partidos tienen la capacidad de bloquear a aquellos que consideran peligrosos para sus intereses. Así ha ocurrido, por ejemplo, con el ultraderechista David Duke, a quien el Partido Republicano ha impedido su presentación en la mayoría de los Estados de la Unión. Duke podrá, sin embargo, competir en algunos estados del sur del país.
Actualmente existen siete candidatos con proyección nacional: Paul Tsongas, Bill Clinton, Tom Harkin, Bob Kerrey y Jerry Brown, entre los demócratas, y George Bush y Pat Buchanan, entre los republicanos.
Para llegar a formar parte de esa lista, además de las cualidades políticas, es necesario dinero. La fuente principal de financiación son las aportaciones privadas de quienes respaldan cada una de las candidaturas, aunque el Gobierno aporta también un máximo de 250 dólares por cada uno de esos respaldos que consiguen los candidatos y, además, subvencionan las convenciones. Todos los candidatos participan también en diversas cenas y actividades de recolección de fondos para sus campanas.
La verdadera batalla cuerpo a cuerpo entre un solo candidato demócrata frente a uno solo republicano empieza a librarse a partir del mes de septiembre. En dos meses, los candidatos miden sus fuerzas no en las plazas públicas como en otros países, sino en los debates televisivos y en las encuestas. El vencedor toma posesión del cargo de presidente de Estados Unidos de América en una solemne ceremonia que se celebra frente al Capitolio de Washington el 20 de enero.
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