EE UU promete a Europa liderar la lucha contra el cambio climático
Obama choca con Sarkozy y Merkel por la entrada de Turquía en la UE
Barack Obama culminó ayer su gira europea con un encuentro con los dirigentes de los Veintisiete donde planteó importantes propuestas para mejorar las relaciones transatlánticas. El presidente de EE UU dijo que su país está dispuesto a "liderar la lucha contra el cambio climático en la reunión de Copenhague" que se celebrará en diciembre. Hubo también un cambio radical de sintonía en cuestiones de seguridad, crisis financiera, seguridad energética y relaciones comerciales, tomando muchas de las ideas postuladas por la Unión. La única nota discordante fue la explicitud del apoyo de EE UU al ingreso de Turquía en la UE, que fue contestado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Obama: "No hay una vieja o una nueva Europa, sino una Europa unida"
"Nunca habíamos tenido un encuentro con esta confianza", dice un europeo
El tono emotivo y de búsqueda de complicidades de su discurso en la plaza Hradcany de Praga siguió después, en la reunión con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. "En mi opinión, no hay una vieja o una nueva Europa, sino una Europa unida", dijo. "Creo en una Unión fuerte y mi Administración está decidida a apoyarla".
"Otra galaxia"
Especialmente relevante ha sido el cambio en el tono de las conversaciones entre el presidente de EE UU y los dirigentes europeos. "Estamos en otra galaxia", indicó una fuente comunitaria asistente a la reunión. "Nunca habíamos tenido un encuentro con este nivel de confianza", precisó. "La atención y sencillez que ponía en escuchar las opiniones de los demás demostraba que estábamos jugando en otra liga", dijo.
En el cambio climático es donde el giro ha sido más radical. Su compromiso a "liderar" la lucha para reducir los gases de efecto invernadero marca una ruptura con George W. Bush, que se mostró siempre muy displicente sobre esta materia. El Gobierno Bush proponía no emprender acciones contra el cambio climático hasta 2025, lo que implicaba un aumento de las emisiones.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, destacó "la creciente convergencia entre Europa y EE UU en esta materia" que, para él, es "un buen punto de partida". "Sólo juntos podremos convencer a otros para que se unan a nuestro esfuerzo común para luchar contra el cambo climático", precisó.
El objetivo de la UE es lograr un compromiso para reducir las emisiones como mínimo un 20% y, si hay acuerdo internacional, un 30% para 2020 respecto a 1990. El compromiso debería adoptarse en la reunión de la ONU que se celebrará en Copenhague, donde se abordarán los objetivos a partir de 2012, cuando vencen los plazos actuales del protocolo de Kioto. La posición que ofreció Obama está aún alejada de la de la Unión, ya que propone reducir sus emisiones para que, en 2020, estén al mismo nivel que en 1990. Sarkozy le recordó que para entonces, Europa emitiría un 20% menos que en 1990.
Obama expresó "las dificultades que suponía que los industriales aceptaran nuevos costes en un momento económico" como el actual. Pero aceptó que si se fijaban objetivos concretos en energías renovables u otros aspectos se podría facilitar su comprensión.
La Cámara de Representantes de EE UU debate un proyecto de ley para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 20% pero tomando como base 2005, lo que supone una reducción del 6% con relación a 1990.
En materia económica, Obama sorprendió a los europeos al manifestar su rechazo del modelo económico basado en los grandes desequilibrios comerciales y que está en la base de la actual crisis económica. El presidente manifestó que, una vez superada la crisis, "nos fijaremos en esto". Es la primera vez que el dirigente de EE UU cuestiona el modelo económico norteamericano basado en grandes endeudamientos y un fuerte desequilibrio exterior.
Esta nueva postura no resultó del agrado de Merkel, quien recientemente ha manifestado que Alemania no pensaba cambiar la estrategia económica basada en las exportaciones. En materia económica y comercial se prevé el inicio de una nueva etapa mediante el reforzamiento del Consejo Económico Transatlántico creado en 2007, que debe armonizar las normas y comerciales. El acuerdo podría adoptarse en la próxima reunión bilateral Estados Unidos-UE, que se celebrará en junio o julio en Washington. En este campo también se espera una nueva posición de Estados Unidos sobre Doha.
En este clima de proximidad, Obama pidió ayuda a los europeos para cerrar Guantánamo. "Para cumplir mi objetivo, sería mucho más fácil si los Estados miembros de la UE trabajaran con mi equipo para aceptar a algunos detenidos". Sobre esta base consideró "urgente" que la Unión adopte una posición común.
El único desencuentro parcial de la jornada se produjo tras el apoyo explícito de Obama al ingreso de Turquía en la UE, que es la tesis tradicional de Washington. "Estados Unidos y Europa deben abordar a los musulmanes como nuestros amigos, nuestros vecinos y socios en la lucha contra la injusticia, la intolerancia y la violencia", manifestó el presidente.
Sarkozy y Merkel replicaron enseguida. El dirigente francés dijo: "Trabajo de la mano con el presidente Obama, pero tratándose de la UE, es a los países miembros a los que toca decidir". El dirigente francés recordó que siempre se había opuesto a esta entrada y que todavía seguía oponiéndose. Merkel, con un lenguaje menos drástico, expresó sus reservas sobre la entrada de Turquía en la UE, destacando que nada está decidido y que una asociación privilegiada era la otra opción. [Desde Estambul, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió que Turquía siga teniendo "la puerta abierta" para acceder a la UE siempre que cumpla los requisitos de los Veintisiete. Zapatero hizo estas declaraciones tras un encuentro bilateral con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, informa Efe].
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