EE UU lanza la primera gran ofensiva para conquistar territorio talibán en Afganistán
Unos 4.000 'marines' norteamericanos y 600 soldados afganos tratan de expulsar a los radicales y mantener las posiciones en la sureña Helmand.- El general Petraeus repite las tácticas militares que tuvieron éxito en Irak
Marines norteamericanos que conducen la mayor operación militar de esta nueva fase de la guerra en Afganistán combatían contra los primeros focos de resistencia encontrados en su intento de tomar control permanente de un territorio que sirve de base y fuente de recursos para los talibanes. Según la describen los responsables militares, se trata de una ofensiva clave de cuyo resultado puede depender el curso de la guerra en los próximos meses.
"Lo que hace la Operación Khanjar [Espadazo] diferente a todo lo que ha ocurrido antes es la introducción masiva de fuerza [unos 4.000 soldados, junto a 600 afganos y con el apoyo de las fuerzas británicas en el área], la velocidad con la que nos hemos movilizado y el hecho de que nos vamos a quedar, vamos a mantener las posiciones, vamos a construir y a trabajar en la transición de todas las responsabilidades en materia de seguridad a las fuerzas afganas", ha manifestado en un comunicado el jefe de la ofensiva, el general de Marines no han sufrido aún bajas, si se exceptúa a un soldado desaparecido el martes y, probablemente, hecho prisionero. Dos británicos murieron en un ataque talibán poco antes del comienzo de la ofensiva.
El éxito final de la operación, según sus responsables, dependerá en parte de la rapidez con que se ejecute. Hasta ahora, los miles de marines, movilizados en vehículos terrestres y helicópteros, parecen avanzar de acuerdo a los planes previstos. Este es el testimonio del corresponsal de Associated Press que entró con los soldados a la localidad de Nawa: "Al amanecer, los marines caminaron entre una hilera de árboles. A las 06.15 recibieron el primer fuego enemigo, probablemente de algún AK-47 apostado entre la vegetación. Durante las tres horas siguientes hubo repetidas descargas de fusiles y vuelos de granadas disparadas por cohetes, provocando un gran estruendo en toda la zona. Un helicóptero Cobra que estuvo sobrevolando durante todo el día disparó cohetes contra las filas de árboles, mientras que algunos soldados penetraron en los sembrados de maíz y cruzaron entre las casas. Sólo un puñado de nativos se había aventurado a estar en la calle".
"Vamos a ir a sitios donde nadie ha estado antes", dijo a AP uno de los oficiales que participa en el despliegue.
Los jefes militares sospechan que algunas fuerzas talibanes estén intentado cruzar la frontera con Pakistán, donde habitualmente han encontrado refugio en otros tiempos. Actualmente, sin embargo, el Ejército paquistaní conduce también una ofensiva contra los grupos radicales en esa región y ha prometido vigilar estrechamente la zona.
Esta operación, la más importante de los marines desde la toma de Faluya (Irak) en 2004, puede todavía ampliarse con la llegada de varios miles de soldados más y está llena de dificultades. Los responsables esperan un aumento de las bajas en las próximas semanas y temen que, como ocurrió en Faluya, se vivan aún episodios de fuerte resistencia.
Los talibanes cuentan en el valle del río Helmand con recursos considerables. Las tropas británicas, que tienen 9.000 soldados en Afganistán y vigilan esa región, nunca han podido conseguir tener control territorial en esa región, donde los talibanes han creado un entramado de jefes locales y complicidades entre la población que los hace casi invulnerables.
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