El Consejo de Seguridad aprueba una resolución para detener la guerra de Líbano
Naciones Unidas desplegará 15.000 soldados e Israel se retirará de forma escalonada del sur
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó anoche por unanimidad la resolución 1.701 para poner fin a las hostilidades entre Hezbolá e Israel tras cuatro semanas de conflicto. El texto pide la retirada paulatina de Israel del sur de Líbano y el repliegue de la guerrilla del Partido de Dios para conseguir un alto el fuego permanente. En vez de crear una fuerza multinacional, como quería Estados Unidos e Israel, se opta por reforzar el mandato de la misión interina de la ONU en Líbano (FINUL), que velará por el cumplimiento de la tregua y que operará con un máximo de 15.000 efectivos
La actividad diplomática fue intensa ayer en la sede de Naciones Unidas. Francia, EE UU y Reino Unido cerraron durante la mañana un acuerdo sobre un nuevo texto de resolución, que después fue aceptado por Israel y Líbano. En el voto participaron la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, la ministra británica de Exteriores, Margaret Beckett, y su homólogo francés, Philippe Douste-Blazy, que con su presencia querían mostrar el compromiso de la comunidad internacional frente a esta crisis y evitar una escalada de la tensión entre Hezbolá e Israel.
El grueso de la negociación se concentró en determinar el estatus preciso de FINUL y en el mandato para la definición de la frontera en las Granjas de Chebba, ocupadas por Israel desde 1967. La resolución pide que la misión de la ONU en la zona, que cuenta con unos 2.000 efectivos, se refuerce para que pueda velar por el cese de la hostilidades y se hagan con en control de la zona ocupada por Israel y que estaba dominada por la milicia libanesa. Para ello se autoriza que se amplíe el contingente hasta los 15.000 soldados. El mandato de FINUL expira el 31 de agosto.
"Es más fácil y rápido utilizar lo que ya hay que crear una nueva fuerza", indicaron fuentes diplomáticas francesas. Washington y París, con el apoyo de Londres, querían encontrar una la fórmula que permita lograr una "solución permanente y duradera" a la crisis en Líbano. Condoleezza Rice dijo que la solución que propone EE UU y Francia va en el interés tanto de Beirut como de Tel Aviv. Y dejó claro que la misión de la fuerza de la ONU es la de "evitar que se vuelve al status quo previo" al conflicto, no desarmar Hezbolá, que es responsabilidad libanesa.
La resolución pide en paralelo la retirada de los soldados israelíes del Líbano "lo antes posible", conforme FINUL se haga con el control de la situación. Además, se da la bienvenida a la decisión de Beirut para que despliegue su Ejército, que cooperará con la ONU.
El texto no se hace una mención directa al repliegue de Hezbolá, como se pensaba exigir en un primer momento, aunque si se hace mención a los acuerdos de Taif, en las que se deja claro que no hay otra autoridad en el país que la del Gobierno libanés, y se pide el respecto de la linea azul. El proyecto de resolución se basa en las resoluciones 1559 y 1680, que reconocen la soberanía y la integridad territorial de Líbano, y que piden la desmilitarización de todas las milicias del país.
Además, se pide el establecimiento de un embargo al suministro de armas a Líbano, para evitar que caigan en manos de Hezbolá. Y la liberación incondicional de los soldados israelíes capturados el 12 de julio por la milicia. "No va a haber intercambio de presos", dejó claro Rice.
La resolución diseñada por Francia y EE UU, con el apoyo de Reino Unido, también exhorta a la comunidad internacional a que tome las medidas necesarias para asistir en materia financiera y humanitaria al pueblo del Líbano, facilite el retorno de los desplazados a sus hogares y contribuya a las labores de reconstrucción de las infraestructuras dañadas.
El Consejo de Seguridad ha sido muy criticado por su lenta respuesta ante la crisis. Pero la clave para la solución del conflicto estará, en todo caso, en ver si Hezbolá e Israel respetan esta salida diplomática que podría ofrecer la ONU tras cuatro semanas de violencia y destrucción en Líbano, que se ha cobrado la vida de más de un millar de personas, en su mayoría civiles, niños y mujeres. "Esperamos que las partes cooperen en la aplicación de la resolución", dijo el embajador francés ante la ONU, Jean-Marc de la Sablière.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Enfrentamientos
- Hezbolá
- Resoluciones ONU
- Consejo Seguridad ONU
- Mediación internacional
- Misiones internacionales
- Irán
- Líbano
- Conflicto árabe-israelí
- Conflictos fronterizos
- Israel
- Acción militar
- Proceso paz
- Francia
- Fronteras
- Estados Unidos
- Oriente medio
- Política exterior
- Europa occidental
- Oriente próximo
- ONU
- Defensa
- Grupos terroristas
- Guerra
- Asia